El perrito obediente




Había una vez un perrito llamado Toby, que era conocido en todo el vecindario por su extraordinaria obediencia. Toby vivía con su amiga humana, Sofía, una niña pequeña que lo adoraba con todo su corazón.

Un día, Sofía y Toby decidieron ir juntos al parque para jugar y pasar una tarde divertida. Al llegar al parque, Toby vio a un grupo de perritos corriendo y saltando sin control.

"¡Mira, Toby! ¡Qué divertido se ve ese grupo de perritos jugando! ¿Por qué no vas y te unes a ellos para jugar un rato?", le propuso Sofía. Sin embargo, Toby se quedó quieto y leal a su dueña.

A pesar de la emoción de ver a otros perritos jugando, Toby recordó su promesa de ser obediente y cuidar siempre de Sofía. De repente, escucharon un fuerte ladrido, y vieron que uno de los perritos del grupo se había perdido en el bosque cercano.

Todos se alarmaron, pero Toby no dudó ni un segundo. "¡Tranquila, Sofía! Yo iré a buscar al perrito perdido y lo traeré de vuelta. No te preocupes, estaré bien", le aseguró Toby antes de adentrarse en el bosque.

Con su agudo olfato, Toby siguió el rastro del perrito perdido y finalmente lo encontró. Luego, con astucia y valentía, logró guiarlo de regreso al parque. Todos los presentes estaban asombrados por el noble gesto de Toby, quien salvó al perrito perdido y se reencontró con Sofía.

Desde ese día, Toby fue aún más respetado en el vecindario, y Sofía lo abrazó con orgullo y gratitud. "Toby, eres el mejor perrito del mundo. Gracias por ser tan obediente y valiente.

Te quiero mucho", le dijo Sofía, con lágrimas de emoción en los ojos.

FIN.

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