El perro aventurero y el misterio de las escaleras del colegio

Había una vez un perro llamado Rocky que vivía en un pequeño pueblo junto a un hermoso árbol. Rocky era un perro muy curioso y le encantaba explorar nuevos lugares. Un día, mientras paseaba por el pueblo, vio a un grupo de niños y una azafata mirando una escalera que conducía al segundo piso del colegio. Los niños estaban intrigados por las extrañas marcas que habían aparecido en las escaleras durante la noche.

Rocky, siempre en busca de aventuras, decidió investigar el misterio de las escaleras.

Al acercarse al colegio, Rocky encontró al conserje preocupado por las misteriosas marcas.

- ¿Qué pasa, señor conserje? ¿Puedo ayudar en algo? - preguntó Rocky con entusiasmo.

El conserje, sorprendido por la habilidad del perro para hablar, le explicó que alguien había dibujado extrañas figuras en las escaleras y nadie sabía quién era el responsable. Rocky decidió ponerse en acción y, junto a sus amigos del colegio, empezó a investigar.

Durante días, Rocky y sus amigos recorrieron el pueblo en busca de pistas, entrevistando a los habitantes y reuniendo información. Finalmente, descubrieron que el culpable era un niño tímido que quería llamar la atención de sus compañeros de clase. Sin embargo, en lugar de regañarlo, Rocky y sus amigos decidieron tenderle una mano y hacerlo sentir parte del grupo.

Desde entonces, el colegio se convirtió en un lugar más unido y solidario. Rocky aprendió que, a veces, las apariencias engañan y que detrás de un problema siempre hay una oportunidad para aprender y crecer como personas.