El perro del bosque



Había una vez un niño llamado Fermín, a quien le encantaba explorar y aventurarse en el bosque cercano a su casa. Un día, mientras caminaba por el bosque, se distrajo observando la naturaleza y perdió el rumbo.

Fermín comenzó a caminar sin saber hacia dónde ir, cada vez más asustado. -¡Oh no! ¿Cómo voy a encontrar mi camino de regreso? -se preguntó. Fermín estaba cansado y hambriento, pero continuó caminando hasta que finalmente encontró un pequeño arroyo.

Se detuvo para beber agua fresca y descansar un poco. Fue entonces cuando vio a un perro acercándose lentamente hacia él. - ¡Hola perrito! -dijo Fermín con una sonrisa en su rostro.

El perro ladró amistosamente y empezó a mover la cola felizmente alrededor de Fermín. Parecía estar tan contento de verlo como si fuera su amigo desde hace años. Fermín decidió seguir al perro que lo llevó por senderos desconocidos del bosque.

El sol se ponía rápidamente y las sombras crecían cada vez más largas. Sin embargo, Fermín ya no estaba asustado porque tenía compañía. Finalmente llegaron a una cabaña abandonada en medio del bosque donde había algunos alimentos secos almacenados dentro de los armarios.

- ¡Mira perrito! Encontramos algo para comer -exclamó Fermín emocionado mientras compartían la comida juntos. Después de alimentarse bien, decidieron dormir allí esa noche para reponer fuerzas antes de continuar su camino.

Fermín estaba agradecido por haber encontrado un amigo tan fiel en el perro. A la mañana siguiente, se despertaron temprano y decidieron explorar el bosque juntos.

El perro guió a Fermín a través de senderos que nunca había visto antes, mostrándole lugares hermosos y secretos del bosque. - ¡Es increíble lo que hemos descubierto juntos! -exclamó Fermín emocionado. Finalmente, después de varios días caminando juntos, llegaron al borde del bosque donde los padres de Fermín estaban esperando con preocupación.

- ¡Fermín! ¡Qué bueno verte! Estábamos muy preocupados por ti -dijo su madre abrazándolo fuerte. Fermín les contó todo sobre su aventura en el bosque y cómo había conocido al perro fiel que lo ayudó a encontrar el camino de regreso a casa.

Los padres de Fermín estaban felices y orgullosos de él por haber sido tan valiente durante su aventura, pero también le recordaron lo importante que es siempre estar alerta mientras se explora la naturaleza.

Desde ese día, Fermín visitaba regularmente al perro en la cabaña abandonada en medio del bosque para pasar tiempo juntos y explorar más cosas nuevas e interesantes.

Aprendió muchas cosas nuevas sobre la naturaleza gracias a su nuevo amigo canino y nunca olvidaría esa maravillosa aventura que compartieron juntos.

FIN.

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