El Perro en el Pasto



Un soleado día de primavera, en un barrio lleno de colores y risas, un perro llamado Bruno se encontraba tumbado en el suave pasto del parque. Bruno era un perrito de tamaño mediano, con un pelaje marrón y unas orejas enormes que nunca dejaban de moverse.

Un grupo de niños jugaba cerca, y Bruno observaba con curiosidad desde su lugar. De repente, una niña pequeña llamada Mia se acercó, con una pelota en la mano.

"¡Hola, perrito!" -dijo Mia, sonriendo."¿Querés jugar conmigo?"

Bruno movió la cola emocionado. Mia lanzó la pelota, y Bruno salió corriendo tras ella, saltando y rodando por el pasto. Pero al intentar recogerla, se dio un golpe con una piedra y retrocedió un poco aturdido. Sin embargo, con su espíritu alegre, se sacudió y volvió a correr.

Después de un rato, una mariposa colorida voló cerca, y Bruno, distraído, decidió perseguirla.

"¡Mira, Bruno!" -gritó Mia mientras reía."¡La mariposa es más rápida que vos!"

Justo en ese momento, un niño llamado Lucas se unió a ellos. Era un niño un poco tímido, que siempre veía a los demás jugar desde lejos.

"¿Podéis enseñarme a jugar también?" -preguntó Lucas, un poco nervioso.-

Mia miró a Bruno y luego a Lucas.

"¡Claro!" -dijo ella."Bruno puede ser nuestro compañero de juego. ¿Te gustaría lanzar la pelota, Lucas?"

Lucas sonrió, y juntos comenzaron a lanzar la pelota mientras Bruno corría felizmente de un lado a otro, atrapando la pelota cada vez con más destreza.

Sin embargo, un viento fuerte comenzó a soplar y, de repente, un globo que estaba atado a una silla voló lejos. La silla se movía y la gente comenzaba a alarmarse.

"¡El globo!" -exclamó Mia."¡Debemos atraparlo antes de que se pierda!"

Bruno, al ver el globo elevarse, ladró emocionado y salió corriendo tras él. Lucas y Mia, sin pensarlo dos veces, lo siguieron, formando un pequeño equipo.

Mientras corrían, se encontraron con una pequeña colina. Justo al llegar a la cima, vieron que el globo había quedado atrapado en un árbol alto.

"¡No puedo llegar!" -dijo Lucas desalentado."Es demasiado alto..."

Pero Mia se acordó de un visitante del parque, un anciano llamado Don Carlos que siempre llevaba una escalera en su camión.

"¡Vamos a buscarlo!" -dijo ella con determinación."Él puede ayudarnos. ¡Rápido!"

Los tres, con Bruno al frente, corrieron hacia el estacionamiento donde siempre estaba Don Carlos. Allí lo encontraron arreglando su camioneta.

"¡Don Carlos!" -gritó Mia."¿Podés ayudarnos? Un globo se quedó atrapado en un árbol y necesitamos tu escalera para alcanzarlo."

Don Carlos sonrió al oír a los niños.

"Claro que sí, chiquititos. ¡Vamos!" -respondió mientras agarraba su escalera.

Juntos regresaron al árbol. Lucas y Mia miraban con expectación mientras Don Carlos colocaba la escalera contra el tronco.

"¡Bruno, ven!" -llamó Lucas mientras el perro subía inquieto por la base de la escalera, emocionado por la posibilidad de alcanzar el globo.

Finalmente, Don Carlos subió, estirando los brazos para alcanzar el globo. Con un solo movimiento, logró desatarlo y para sorpresa de todos, el globo comenzó a descender lentamente, gracias a la ayuda de la brisa.

"¡Lo tenemos!" -gritó Mia mientras las risas llenaban el aire.

Cuando el globo finalmente tocó el suelo, Bruno saltó de alegría, y los niños aplaudieron.

"¡Gracias, Don Carlos!" -dijeron todos juntos."¡Sos un héroe!"

Don Carlos se rió y les dijo:

"El verdadero héroe es el equipo que formaron ustedes. Siempre que trabajamos juntos, ¡podemos lograr grandes cosas!"

Desde ese día, Lucas se unió al grupo de amigos que jugaban con Bruno todos los días en el parque. Juntos aprendieron la importancia de la amistad, la colaboración y cómo, a veces, un simple día puede convertirse en una emocionante aventura.

Así, Bruno no solo se convirtió en el perro del pasto, sino también en el mejor compañero que un niño podía tener. Y en el parque, la risa y el juego se compartían entre todos, invitando a más niños y animales a unirse a ellos. Cada día era una nueva oportunidad para nuevas aventuras, recordando siempre que cuando trabajamos juntos, ¡todo es posible!

FIN.

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