El perro en la cartera de mamá



Dante era un niño travieso de 8 años que soñaba con tener un perro. Todos sus amigos tenían mascotas, y él sentía que le faltaba algo en su vida sin un fiel amigo animal. Pero su mamá, Daniela, era despistada y siempre encontraba una excusa para no tener un perro en casa.

Un día, mientras paseaban por el parque, Dante vio a un cachorro juguetón y decidió que tenía que ser su amigo. Se acercó al dueño y le preguntó si podía acariciarlo. El perro, llamado Rocky, inmediatamente se encariñó con Dante, quien no podía contener la emoción.

- Mamá, ¡por favor, podemos llevar a Rocky a casa! ¡Prometo cuidarlo y alimentarlo! - insistió Dante con ojitos brillantes.

Pero Daniela, todavía sin prestar mucha atención, negó con la cabeza. - Lo siento, Dante, pero no podemos tener un perro en este momento. No podemos ocuparnos de una mascota.

Dante sintió una punzada de tristeza, pero decidió no rendirse. Durante las siguientes semanas, intentó convencer a su mamá de todas las formas posibles, pero siempre recibía la misma respuesta.

Un día, Daniela estaba tan atareada que olvidó cerrar bien su cartera. Cuando Dante fue a buscarla para pedirle algo, se encontró con algo inesperado: un pequeño hocico animal asomaba desde el interior de la cartera de su mamá. Al acercarse, descubrió a Rocky, quien se había colado en la cartera en busca de aventuras.

- ¡Mamá, mira! ¡Rocky está en tu cartera! - exclamó Dante emocionado.

Daniela se sorprendió al ver al cachorro en su cartera y no pudo contener una sonrisa. Después de unos momentos de desconcierto, finalmente cedió. - Bueno, creo que este pequeño travieso ya ha encontrado su hogar. Parece que el destino ha decidido que Rocky sea parte de nuestra familia.

Desde ese día, Rocky se convirtió en un miembro querido de la familia. Dante aprendió la importancia de la persistencia y el amor incondicional, mientras que Daniela descubrió que a veces las mejores cosas de la vida llegan de formas inesperadas.

FIN.

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