El perro guardián de la comunidad



Había una vez en un barrio llamado Alegriaville, donde todos los vecinos se conocían y se ayudaban mutuamente. En este barrio vivía una niña llamada Sofía, una niña curiosa y amante de los animales.

También vivía un perro callejero llamado Toby, que deambulaba por las calles en busca de comida y cariño. Un día, Sofía se encontró con Toby en la plaza del barrio y decidió que sería su amiga.

A partir de ese momento, Sofía y Toby se convirtieron en inseparables. Juntos recorrían las calles, iban al parque y compartían aventuras. Un día, mientras paseaban, vieron que la plaza del barrio estaba muy sucia, con basura por todos lados.

Sofía y Toby se entristecieron al ver su querida plaza en ese estado. Fue entonces que decidieron tomar cartas en el asunto. "Toby, tenemos que hacer algo para limpiar nuestra plaza", dijo Sofía con determinación.

Juntos, organizaron una campaña de limpieza en la que invitaron a todos los vecinos a participar. La gente del barrio se unió a la causa y pronto la plaza lucía radiante y hermosa. El trabajo en equipo y la solidaridad habían hecho su magia.

A partir de ese día, Sofía y Toby se convirtieron en los guardianes de la limpieza en su comunidad. Cada semana organizaban actividades para mantener el barrio limpio y seguro. Así, poco a poco, Alegriaville se fue convirtiendo en un lugar ejemplar donde todos cuidaban y respetaban su entorno.

Y todo esto fue gracias a la valentía y el amor de una niña y su fiel amigo canino. El legado de Sofía y Toby perduró en el barrio, recordándoles a todos que cuidar la comunidad es tarea de todos.

FIN.

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