El perro juguetón
Había una vez un colegio muy divertido llamado "Colegio de los Sueños". En ese lugar, todos los niños aprendían y se divertían juntos. Pero un día, algo inesperado sucedió: un perro llamado Pepe decidió pasear por el colegio.
Pepe era un perro travieso y juguetón. Le encantaba explorar nuevos lugares y conocer a nuevas personas.
Sin embargo, en su travesía por el Colegio de los Sueños, Pepe llegó al patio de recreo donde estaban jugando David y sus amigos. David era un niño amable y simpático que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Era conocido por su valentía y espíritu aventurero.
Pero cuando vio al perro Pepe acercarse corriendo hacia él, sintió miedo. "¡Ayuda! ¡Un perro me está persiguiendo!"- gritó David asustado mientras intentaba correr más rápido para escapar del travieso Pepe. Todos los niños del colegio se alarmaron al ver lo que ocurría.
Sin perder tiempo, formaron un círculo alrededor de David para protegerlo del perro hambriento. El director del Colegio de los Sueños, Don Martín, llegó rápidamente al lugar e intentó calmar la situación:"Tranquilos chicos, no hay razón para entrar en pánico", dijo con voz serena Don Martín-.
"Voy a hablar con Pepe y descubrir qué es lo que está pasando". Don Martín se acercó lentamente a Pepe mientras este ladraba ansiosamente. El director extendió su mano hacia el perro y notó que estaba temblando.
Se dio cuenta de que Pepe no tenía malas intenciones, sino que simplemente estaba asustado. "Tranquilo, Pepe. No vamos a hacerte daño", susurró Don Martín con cariño mientras acariciaba al perro-.
"¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan nervioso?"Pepe dejó de ladrar y miró fijamente a Don Martín como si entendiera lo que le decía.
Fue en ese momento cuando todos los niños del colegio se dieron cuenta de algo sorprendente: ¡Pepe solo quería jugar! Los niños comenzaron a sonreír y después de un rato, David también se relajó. Se dio cuenta de que no había motivo para tener miedo. "¡Vamos chicos! ¡Aprovechemos esta oportunidad para divertirnos!"- exclamó David emocionado.
Así fue como todos los niños del Colegio de los Sueños empezaron a jugar con Pepe. Juntos corrieron por el patio, saltaron obstáculos y disfrutaron de una tarde llena de risas y alegría.
Desde aquel día, Pepe se convirtió en la mascota oficial del colegio. Todos los niños lo querían mucho y aprendieron una importante lección: nunca juzgar por las apariencias. A partir de entonces, cada vez que veían a alguien nuevo o diferente, recordaban cómo habían malinterpretado a Pepe al principio.
Aprendieron la importancia de darle una oportunidad a las personas antes de formarse opiniones equivocadas.
Y así, gracias al paseo inesperado del perro llamado Pepe por el Colegio de los Sueños, cada niño aprendió a valorar la diversidad y a ser más comprensivos con los demás. Y todo esto, mientras disfrutaban de momentos inolvidables junto a su nueva y querida mascota. .
FIN.