El perro pastor y la granja perdida
En una granja en medio del campo vivían muchos animales felices y contentos. Había una vaca llamada Lola, un cerdito llamado Pancho, un pato llamado Lucas, una oveja llamada Margarita, un gato llamado Simón, un caballo llamado Chispita, un conejo llamado Tito, una gallina llamada Carmencita y un perro pastor llamado Rocky. Todos los animales se llevaban muy bien y disfrutaban jugando juntos en la granja.
Un día, mientras todos jugaban al escondite, un fuerte viento sopló y asustó a los animales. En el caos, cada animal se dispersó en diferentes direcciones y se perdió. Rocky, el perro pastor, notó que todos habían desaparecido y decidió ir en busca de cada uno de ellos.
Rocky comenzó su búsqueda y pronto encontró a la vaca Lola. "Lola, ¿dónde estabas? Todos te están buscando", dijo Rocky emocionado. "Lo siento, me asusté con el viento y corrí tan lejos que me perdí", respondió Lola. Rocky la guió de vuelta a la granja, donde todos estaban esperando con alivio.
Luego, Rocky se dirigió al bosque y encontró al cerdito Pancho entre los árboles. "¡Pancho, te encontré! Todos te estaban buscando", ladró Rocky. "Oh, gracias, Rocky. Me asusté mucho y me escondí, pero ahora quiero volver a casa", dijo Pancho. Así que Rocky lo llevó de regreso a la granja.
Después de encontrar a Pancho, Rocky escuchó el maullido del gato Simón que venía del granero. "Simón, ¿estás bien? Todos te han estado buscando", preguntó Rocky. "Sí, Rocky, me asusté mucho y me escondí aquí. Gracias por encontrarme", respondió Simón.
La búsqueda continuó, y poco a poco Rocky encontró a cada animal perdido: Lucas, Margarita, Chispita, Tito, Carmencita y finalmente, el último animal perdido, el pato Lucas.
Después de haber encontrado a todos, los animales aprendieron que, si se asustaban o se perdían, debían confiar en Rocky para que los encontrara y los llevara de vuelta a casa. A partir de ese día, decidieron jugar juntos pero siempre manteniendo un ojo en Rocky, su valiente pastor.
Y así, con la valentía y la astucia de Rocky, la granja volvió a estar llena de risas y juegos. Los animales aprendieron que, incluso en los momentos más difíciles, podían confiar en su amigo leal para cuidar de ellos.
FIN.