El perro que quería ser humano



Había una vez en un pequeño pueblo de la campiña argentina, un simpático perro llamado Rufus. Rufus no era un perro común y corriente, ya que en su interior anhelaba ser humano.

Cansado de vivir como un simple animal, Rufus decidió emprender un viaje en búsqueda de cumplir su sueño. "¡No soporto más ser un perro! Quiero caminar en dos patas, hablar y vestirme como los seres humanos", se lamentaba Rufus.

Decidido a lograr su cometido, partió hacia la gran ciudad. En su travesía, hizo amistad con diferentes animales que lo ayudaron y le brindaron sabios consejos. "Rufus, el secreto para ser humano está en el interior de tu corazón", le decía el sabio búho del bosque.

"No te preocupes, amigo. Con perseverancia y valentía, alcanzarás tu meta", le animaba la tortuga sabia. Finalmente, luego de superar muchos obstáculos, Rufus llegó a la ciudad.

Allí, con astucia y empeño, logró aprender a caminar erguido, hablar con las personas y hasta vestirse como ellas. Sin embargo, algo en su interior le indicaba que algo faltaba. Un día, se encontró con un anciano que le mostró lo que realmente significaba ser humano: la empatía, el amor y la solidaridad.

Comprendió que no era necesario ser físicamente igual a los humanos para compartir sus valores más importantes.

Con esta lección aprendida, volvió a su pueblo y se convirtió en un ejemplo para todos los animales, enseñándoles que lo esencial no es ser humano, sino actuar como uno. Desde entonces, Rufus vivió feliz, ayudando a quienes lo rodeaban y siendo querido por su pureza de corazón.

FIN.

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