El Perro Valiente
En un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, vivía un niño llamado Lucas. Lucas siempre soñó con tener un perro, uno que fuera su amigo y compañero de aventuras. Un día, su sueño se hizo realidad cuando sus padres decidieron llevarlo a Ibarra, un lugar conocido por tener a los perros más adorables.
Cuando Lucas llegó a la perrera, vio a muchos perritos jugando con alegría. Pero, entre todos ellos, uno llamó su atención: un pequeño perro mezcla de bulldog con sharpei que tenía una mirada atrevida y tierna. Estaba sentado solito, como si esperara por alguien especial.
"¡Mamá, papá! ¡Quiero a ese perro!", gritó Lucas entusiasmado.
Los papás de Lucas sonrieron y lo ayudaron a conocer a su nuevo amigo. El perrito se llamaba Bruno, y al instante, se hicieron inseparables. Después de asegurarse de que Bruno estaba sano, lo llevaron al veterinario donde le hicieron un chequeo y le pusieron sus vacunas.
"Bruno, este es el comienzo de nuestra aventura juntos", dijo Lucas mientras acariciaba al perro.
Ya en casa, Lucas dio la bienvenida a Bruno con un gran banquete de comida perruna y una cama suave.
"Esta será tu cama, Bruno. ¡Espero que la disfrutes!", le dijo Lucas.
Bruno lamió la mano de Lucas, como si lo entendiera. Días pasaron y Lucas se dedicó a cuidar de Bruno como un buen amigo. Lo paseaba, le enseñaba trucos y lo alimentaba. Sin embargo, un día, mientras jugaban en el parque, Bruno se encontró con un grupo de perros que eran mucho más grandes que él.
"¡Vamos, Bruno! ¡Puedes hacerlo!", lo alentó Lucas. Pero Bruno, un poco temeroso, dudó.
En ese momento, un perro enorme se acercó y comenzó a ladrar. Todos los perros corrieron, pero Bruno, aunque asustado, recordó cómo Lucas siempre lo animaba. Se acercó al gran perro con valentía.
"¡Hola! Soy Bruno, ¿te gustaría jugar?", preguntó con voz temblorosa.
El perro gigante, sorprendido por la audacia de Bruno, se detuvo y comenzó a reír.
"¡Claro! ¡Eres más valiente de lo que pareces!", contestó el perro.
Desde ese día, Bruno hizo nuevos amigos en el parque y Lucas se sintió muy orgulloso de su mascota. Pero un día, algo inesperado sucedió. Lucas y Bruno fueron de excursión al bosque para explorar, pero en un momento, Lucas se distrajo mirando las aves.
"¡Bruno, ven aquí!", llamó Lucas, pero Bruno estaba muy curioso olfateando un arbusto.
De repente, Lucas vio que Bruno había encontrado un camino que se adentraba más en el bosque.
"Bruno, ¡no te vayas muy lejos!", gritó preocupado.
Pero Bruno estaba decidido a seguir su instinto. Lucas, aunque asustado por un momento, empezó a seguir a su amigo. Al poco tiempo, llegaron a un claro donde había una hermosa cascada y un arcoíris brillante.
"¡Mirá, Bruno! ¡Es hermoso!", exclamó Lucas asombrado.
Bruno se subió a una roca y ladró con alegría, como si quisiera mostrarle a Lucas lo que había encontrado. A partir de ese día, Lucas y Bruno no solo aprendieron sobre la importancia del cuidado entre ellos, sino también sobre la aventura y el descubrimiento.
"Prometo cuidarte siempre, Bruno, y juntos vamos a descubrir muchos más lugares hermosos como este", le dijo Lucas mientras lo acariciaba.
Bruno movió su cola en señal de que aceptaba el compromiso. Y así, cada día se convertía en una nueva aventura. Lucas decidió que debía escribir un manual sobre el cuidado de su perro, no solo para recordar todo lo que aprendió, sino también para inspirar a otros a vivir estas aventuras con sus amigos animals.
"Bruno, vamos a hacer algo increíble juntos. ¡Escribiremos la historia de nuestra amistad!", exclamó Lucas.
Y juntos, comenzaron a escribir el manual que hablaría de juegos, paseos, veterinarios y mucha, pero mucha, diversión.
FIN.