El perro veloz, el cuervo hambriento y el amable mapache



Había una vez en un bosque frondoso, un perro llamado Max, famoso por ser el más veloz de todos. Un día, mientras corría a toda velocidad persiguiendo mariposas, se topó con un cuervo astuto y hambriento llamado Kito.

El cuervo, viendo al ágil perro, decidió que sería un delicioso almuerzo. - ¡Hola, pequeño perro! ¿A dónde tan apurado? – dijo el cuervo con una sonrisa maliciosa.

- Estoy disfrutando de un hermoso día persiguiendo mariposas, ¿y tú? – respondió Max con ingenuidad. El cuervo, con ojos brillantes de codicia, le dijo: - Tienes una apariencia deliciosa, ¿por qué no te detienes un momento para charlar? Max, sin sospechar las verdaderas intenciones del cuervo, se detuvo amablemente.

Pero en ese preciso momento, apareció un amable mapache llamado Roco. - ¡Max, amigo! ¡Tienes que venir conmigo, ese cuervo solo está tratando de engañarte para comerte! – exclamó Roco con urgencia. Max, sorprendido, le preguntó al mapache cómo sabía eso.

Roco explicó que había escuchado al cuervo haciendo planes para capturar a Max. Con el consejo del mapache, Max, agradecido, le dijo al cuervo que tenía que irse y puso en práctica su velocidad para huir.

El cuervo, frustrado, juró venganza y se marchó. Max, ahora con más cuidado, siguió corriendo con Roco a su lado, agradecido por tener un amigo como él.

A partir de ese día, Max aprendió a ser más cauteloso y a escuchar a sus amigos, mientras que Roco demostró la importancia de estar atento y ayudarse mutuamente en el bosque. Juntos, formaron un lazo de amistad fuerte y duradero.

FIN.

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