El perro y el sabio



Había una vez un niño llamado Christian que siempre soñaba con tener un perro. Un día, su sueño se hizo realidad cuando sus padres le regalaron un hermoso rottweiler.

Christian estaba muy emocionado y quería jugar todo el tiempo con su nuevo amigo animal. Pero pronto se dio cuenta de que criar a un perro no era fácil. Tenía que asegurarse de darle suficiente comida, agua y ejercicio todos los días.

Un día, mientras paseaban por el parque, Christian notó que alguien lo estaba observando desde lejos. Era un hombre mayor con algunos rasgos de tristeza en su rostro. El hombre se acercó y comenzó a hablar con Christian.

"Hola niño, ¿ese es tu perro?" -preguntó el hombre señalando al rottweiler. "Sí, es mi perro" -respondió Christian sonriendo"se llama Rocky".

"Es un nombre fuerte para un perro fuerte" -dijo el hombre"¿puedo acariciarlo?"Christian asintió y el hombre comenzó a acariciar a Rocky mientras hablaban sobre la vida en general. El hombre contó historias interesantes sobre su juventud y cómo aprendió algunas lecciones importantes después de cometer errores.

"A veces pensamos que sabemos todo cuando somos jóvenes" -dijo el hombre"pero en realidad aún tenemos mucho por aprender". Christian escuchaba atentamente las palabras del hombre y comenzaba a comprender lo importante que era aprender cosas nuevas cada día. De repente, escucharon unos ruidos extraños cerca del lago cercano.

Cuando llegaron allí encontraron una pequeña tortuga atrapada en una bolsa de plástico.

"Tenemos que ayudarla" -dijo Christian preocupado"¿cómo podemos sacarla de ahí?"El hombre recordó un truco que había aprendido para rescatar animales atrapados en objetos y juntos, lograron liberar a la tortuga. La pusieron en el agua del lago y observaron cómo nadaba felizmente.

Christian estaba muy contento de haber podido ayudar a la pequeña tortuga, pero también se dio cuenta de lo importante que era aprender cosas nuevas cada día. Y así, comenzó su camino hacia un futuro lleno de descubrimientos y aventuras junto a su fiel amigo Rocky.

Desde ese día, Christian visitaba al hombre mayor todos los días para seguir aprendiendo más sobre la vida mientras disfrutaban del hermoso paisaje del parque. Y así fue como Christian y Rocky aprendieron una valiosa lección: siempre hay algo nuevo por aprender y siempre hay alguien dispuesto a enseñarnos si estamos abiertos a escucharlo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!