El Peso que Hizo la Diferencia
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Peso, donde vivían todos los objetos de la casa. Había tazas, platos, cucharas y tenedores que convivían en armonía.
En el centro del pueblo se encontraba la Casa de las Medidas, donde vivían los pesos. Ellos eran los encargados de mantener el equilibrio y la justicia en el pueblo. Había pesos grandes, medianos y pequeños, cada uno con su función específica.
Un día, Pepe el peso pequeño estaba muy triste porque sentía que no era tan importante como los demás pesos. Siempre veía cómo los otros pesos realizaban trabajos importantes mientras él solo servía para medir cosas ligeras.
Pepe decidió hablar con Don Pablo, el peso grande y sabio del pueblo. Le contó sus preocupaciones y Don Pablo le respondió: "Querido Pepe, no importa cuán grande o pequeño seas, todos tenemos un papel importante en este mundo".
Pepe no entendió muy bien lo que quería decir Don Pablo. Pero antes de poder hacer más preguntas, llegó Sofi la cuchara corriendo alzando su voz: "¡Necesitamos ayuda! La balanza está desequilibrada". Todos fueron rápidamente a la Casa de las Medidas para ver qué estaba pasando.
Al llegar allí se encontraron con una escena caótica: algunos objetos estaban flotando en el aire mientras otros estaban aplastados contra el piso. Don Pablo llamó a todos los pesos para resolver esta situación urgente.
Cada uno tomó su lugar en la balanza y poco a poco lograron equilibrarla nuevamente. Después de solucionar el problema, Don Pablo reunió a todos los pesos y les dijo: "Hoy hemos aprendido una lección muy importante.
Cada uno de nosotros tiene un papel fundamental en la vida diaria de las personas". Pepe se dio cuenta de que sin importar su tamaño, él también era necesario para mantener el equilibrio en la balanza.
A partir de ese día, Pepe comenzó a apreciar su función y ayudaba con alegría a medir objetos pequeños. El tiempo pasó y Peso volvió a ser un lugar tranquilo y feliz.
Todos los objetos del pueblo entendieron que no importa cuán grandes o pequeños sean, lo importante es trabajar juntos para mantener el equilibrio en la vida. Y así fue como Pepe descubrió que medir cosas ligeras también era muy valioso. Desde entonces, se convirtió en uno de los pesos más queridos y respetados del pueblo.
Y colorín colorado, esta historia ha terminado.
FIN.