El pez que no podía nadar



En lo más profundo del océano vivía Pececito, un pez pequeño y especial. A diferencia de sus compañeros, Pececito no podía nadar. Siempre se quedaba flotando en un rincón, viendo a los demás pececitos nadar y jugar.

Un día, su amigo Estrellita le dijo: "¿Por qué no intentas hablar con el sabio Caracol? Él sabe muchas cosas y tal vez pueda ayudarte." Lleno de esperanza, Pececito buscó al sabio Caracol y le contó su problema.

Caracol le explicó que todo pez nace con la habilidad de nadar, pero que a veces se necesita un poco de ayuda para descubrir cómo hacerlo. Le sugirió a Pececito que practicara moviendo sus aletas lentamente, poco a poco.

Aunque al principio le costaba mucho, Pececito siguió intentándolo día tras día. Con paciencia y esfuerzo, comenzó a moverse un poquito más. Sus amigos lo animaban y lo apoyaban en cada intento. Finalmente, un día Pececito logró dar su primer nadada.

Estaba tan emocionado que dio vueltas y vueltas. Desde ese momento, no paró de practicar y, con el tiempo, se convirtió en uno de los mejores nadadores del océano. Pececito aprendió que con determinación y ayuda de sus amigos, era capaz de superar cualquier desafío.

Y así, vivió feliz para siempre, disfrutando de su nueva habilidad y enseñando a otros que siempre hay una manera de lograr lo que parece imposible.

FIN.

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