El Pez Valiente de Kingston College

Era un día de sol brillante cuando Mateo, un curioso estudiante del Kingston College, decidió aventurarse en un paseo por el bosque cercano a la escuela. Siempre había sentido una profunda conexión con la naturaleza, y ese día, con su mochila llena de bocadillos, estaba listo para explorar.

Mientras caminaba, Mateo notó árboles enormes que parecían tocar el cielo y flores de colores que alegraban el sendero. "¡Qué hermoso es todo esto!"- pensó. Se adentró aún más en el bosque, siguiendo el canto melodioso de los pájaros.

Pero al poco tiempo, se dio cuenta de que se había alejado mucho del camino. "Bueno, pensaré en el regreso pronto"-, se dijo, mientras seguía admirando las maravillas del entorno. De repente, oyó un sonido extraño que provenía de un arroyo cercano. Su curiosidad lo llevó hacia el agua.

Cuando llegó al arroyo, vio un destello de luz en el agua. "¿Qué será eso?"- se preguntó. Sin pensarlo dos veces, se inclinó para mirar más de cerca. Sin embargo, un fuerte viento sopló y, en un abrir y cerrar de ojos, se sintió volar por el aire y, al caer, se sumergió en el agua. Para su sorpresa, ¡había cambiado! Se había convertido en un pez.

Mateo estaba espantado. "¡Oh no! ¿Qué haré ahora?"- gritó, aunque solo salieron burbujas de su boca. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en un hermoso mundo acuático lleno de corales, plantas marinas y otros peces que nadaban alegremente.

Mientras exploraba este nuevo hogar, un pez de colores brillantes se acercó a él. "¡Hola! ¡Soy Lila! ¿Eres nuevo aquí?"- le preguntó con una sonrisa. Mateo, aún un poco confundido, respondió. "Sí, bueno... creo que me perdí y ahora soy un pez. Nunca había visto un lugar tan hermoso y diferente como este."-

Lila lo miró con amabilidad. "No te preocupes, aquí somos todos amigos. Te enseñaré a nadar y a disfrutar de este lugar. Ven, sigue a mis amigos!"- Y antes de que Mateo pudiera protestar, Lila lo llevó a conocer a sus nuevos amigos, un grupo de peces que jugaban entre corales.

Mateo, aunque un poco escéptico al principio, se dio cuenta de que nadar era muy divertido. Rápidamente aprendió a deslizarse y a saltar sobre las olas. "¡Esto es increíble!"- exclamó mientras jugaba con sus nuevos amigos. Sin embargo, también empezó a extrañar a su familia y la vida en el cole.

"Lila, ¿hay forma de regresar a casa?"- preguntó con nostalgia. Lila se detuvo y pensó. "Tal vez, hay un pez sabio que vive cerca de la cueva del abuelo. Puede que él tenga la respuesta. ¡Vamos a buscarlo!"-

Así, Mateo y Lila nadaron hacia la cueva. En el camino, encontraron varios animales del bosque submarino y aprendieron sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y la vida marina. "Cada uno de nosotros tiene un papel en la naturaleza, desde el pez más pequeño hasta el más grande"-, dijo un pulpo amistoso.

Finalmente, llegaron a la cueva del pez sabio, un viejo pez realmente anciano con muchas historias por contar. "¿Por qué has venido, pequeño?"- preguntó el pez sabio. Mateo explicó su situación, y el pez lo miró con ojos comprensivos. "Para regresar, debes encontrar lo que más valoras en este mundo acuático. Eso abrirá el camino a tu hogar"- dijo con voz profunda.

Mateo pensó y recordó a sus amigos de Kingston College, a su familia, y a la belleza de su vida en la superficie. "Valoro la amistad y la familia más que nada"-, respondió decididamente.

El pez sabio sonrió. "Entonces, cierra los ojos y piensa en ellos con toda tu fuerza."- Mateo cerró los ojos con toda su energía, y al abrirlos nuevamente, se encontró de regreso en el bosque, sano y salvo.

"¡Lo logré!"- gritó Mateo, mirando hacia el arroyo que lo había llevado al océano. No solo había aprendido a valorar su vida en el colegio y la amistad, sino también la importancia de la naturaleza.

Desde ese día, nunca volvió a perderse en el bosque, pero siempre cuidó de la naturaleza y comparte su historia con sus compañeros. "La naturaleza nos enseña lecciones valiosas, y siempre debemos cuidarla"- solía decirles, recordando su maravillosa aventura como un valiente pez en el océano.