El picnic de cumpleaños de Abuela María

Había una vez en un pequeño pueblo en Argentina, una abuela llamada María que estaba a punto de cumplir 85 años.

Todos en el pueblo la conocían y la querían mucho, ya que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y tenía una sonrisa cálida para todos. Un día, cuando faltaba poco para su cumpleaños, los niños del pueblo se reunieron para planear una sorpresa especial para Abuela María.

Querían hacerle algo realmente especial para demostrarle cuánto la apreciaban. "¿Qué podemos hacer para sorprender a Abuela María en su cumpleaños?" preguntó Sofía, la niña más creativa del grupo.

"¡Podríamos organizar un picnic en el parque y llevarle tortas y regalos!" sugirió Martín, el más travieso de todos. "¡Sí! Y podríamos decorar el parque con globos y banderines!" exclamó Juan, el más entusiasta de la pandilla. Los niños se pusieron manos a la obra y pasaron días preparando todo para la gran sorpresa.

Decoraron el parque con guirnaldas de colores, inflaron globos y prepararon tortas deliciosas. Además, cada uno había hecho un dibujo o escrito una carta especial para Abuela María. Finalmente llegó el día del cumpleaños de Abuela María.

Los niños le pidieron que los acompañara al parque porque querían mostrarle algo muy importante. Al llegar allí, Abuela María no podía creer lo que veía: todo estaba decorado con colores brillantes y había tortas deliciosas esperándola.

"¡Feliz cumpleaños, Abuela María!" gritaron los niños emocionados. Abuela María se llevó las manos al pecho y sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Estaba tan feliz que no podía dejar de sonreír.

"¡Muchas gracias, mis amores! ¡Qué hermosa sorpresa me han dado!", les dijo mientras los abrazaba uno por uno. Todos juntos disfrutaron del picnic en el parque, compartiendo risas, juegos y mucha alegría.

Los niños le entregaron a Abuela María sus dibujos y cartas llenos de cariño y gratitud por todo lo que ella había hecho por ellos a lo largo de los años. Desde ese día en adelante, Abuela María siguió siendo un pilar fundamental en la vida de todos los niños del pueblo.

Y cada año celebraban su cumpleaños con un picnic en el parque como muestra de amor y agradecimiento hacia ella. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero la historia de amor entre Abuela Maria y los niños continúa...