El pingüino aventurero
Había una vez un pequeño pingüino llamado Pipo que vivía en la Antártida con su familia y amigos. Pipo era muy curioso y siempre quería explorar más allá de los límites del iceberg donde vivían.
Un día, mientras jugaba con sus amigos, Pipo vio algo brillante a lo lejos. Se acercó corriendo para ver qué era y descubrió una hermosa flor blanca.
Nunca había visto algo así antes y se preguntó cómo podía haber crecido en la nieve. Pipo decidió llevar la flor a casa para mostrarla a su familia, pero cuando llegó al iceberg, se dio cuenta de que la flor comenzaba a marchitarse por el calor del sol.
Entonces tuvo una idea: llevarla al Polo Norte donde siempre hace frío. "¡Chicos! -exclamó emocionado-. ¡Voy a ir al Polo Norte para salvar esta flor!". Sus amigos lo miraron incrédulos y uno de ellos dijo:"¿Cómo vas a llegar hasta allí? Es muy peligroso".
"Lo sé", respondió Pipo con determinación-. "Pero tengo que intentarlo". Así que Pipo partió solo hacia el norte, enfrentando muchos peligros en el camino como grandes bloques de hielo flotante y fuertes tormentas de nieve.
Pero no permitió que nada lo detuviera porque estaba decidido a salvar esa flor. Finalmente llegó al Polo Norte donde encontró un lugar perfecto para plantar la flor en medio de un campo nevado.
La planta empezó a florecer nuevamente gracias al frío intenso del lugar. Luego regresó triunfante al iceberg donde su familia y amigos lo recibieron con los brazos abiertos.
Pipo les contó todo lo que había vivido en su aventura y les mostró una foto que se había tomado con la flor en el Polo Norte. "¡Eres un héroe, Pipo!" -dijo uno de sus amigos-. "Nunca pensé que podrías hacerlo". "Lo sé", respondió Pipo sonriendo-.
"Pero aprendí algo importante: si realmente quieres algo, tienes que ir por ello sin importar las dificultades". Desde ese día, todos los pingüinos del iceberg miraron a Pipo como un ejemplo de valentía y determinación. Y la flor blanca del Polo Norte continuó floreciendo gracias a él.
FIN.