El Pirata del Tesoro Despistado
Página 1: El Encuentro del Pirata
Había una vez, en un barco de papel flotante, un pirata llamado Capitán Despistado. Capitán Despistado no era un pirata común; en lugar de buscar oro y joyas, buscaba monedas y billetes. Sus amigos eran una tortuga llamada Toñita y un loro llamado Charli. Toñita era muy sabia, y Charli, aunque un poco charlatán, siempre tenía una risa lista para compartir.
Una mañana soleada, mientras el viento soplaba suave, Capitán Despistado miraba el horizonte.
"¡Hoy es un gran día para buscar tesoros!"
"¿Pero qué tipo de tesoros, Capitán?" - preguntó Toñita, con su voz pausada.
"¡Las monedas y billetes, por supuesto!" - respondió el capitán con entusiasmo.
"No olvides que el verdadero tesoro está en la amistad y la aventura, eh..."
"¡Sí, sí! Pero hoy quiero encontrar algo brillante, como esas monedas de chocolate que vi en la tienda del pueblo. ¡Sería un gran festín!"
Con esa idea, el barco de papel navegó hacia la Isla de los Sueños, donde se decía que habían tesoros maravillosos. Cuando llegaron, vieron un hermoso paisaje lleno de colores. Sin embargo, había un gran dilema: el tesoro estaba protegido por un puente que solo se podía cruzar si resolvías un acertijo.
"¡Ah, un acertijo!" - exclamó Charli emocionado. "Esto me encanta. ¿Cuál es?"
Justo en ese momento, apareció un viejo cangrejo que se llamaba Don Crustáceo.
"¡Hola, piratas! Para cruzar el puente, deben responder mi acertijo. Escuchen bien: ¿Cuántos ojos tiene un gato?"
"Eso es fácil, dos!" - dijo Capitán Despistado.
"¡Incorrecto!" - respondió Don Crustáceo. "La respuesta es... ¡muchos más! Depende de cuántos gatos haya. Piensen bien y regresen cuando tengan la respuesta. ¡El tiempo corre!"
"Pero eso no tiene sentido..." - murmuró Toñita.
"¡El acertijo está mal!" - agregó Charli un poco frustrado.
El Capitán, confundido, pensó en cómo salir de este enredo.
"Quizás deberíamos preguntar a otros animales de la isla. Tal vez ellos tengan más información sobre el acertijo" - sugirió el Capitán.
Así, decidieron explorar la isla. Se encontraron con una ardilla, un pez volador y un búho que, con su sabiduría, los ayudó a entender.
"Don Crustáceo no se refiere a los ojos de un solo gato, sino a todos los gatos de la isla" - explicó el búho.
"¡Tienen que contar cuántos gatos viven aquí!"
Capitán Despistado tomó nota de los gatos que vieron en el camino, y al final encontraron un número sorprendente.
"¡Hay doce gatos!" - dijo feliz.
"Volvamos a Don Crustáceo y resolvamos este acertijo de una vez" - propuso Toñita.
Regresaron al puente, orgullosos de su conocimiento recién adquirido.
"Ya tenemos la respuesta, Don Crustáceo!" - dijo el Capitán lleno de alegría.
"¿Cuántos ojos tiene un gato?" - preguntó el cangrejo con curiosidad.
"¡Hemos contado a todos los gatos de la isla, y son doce!"
Don Crustáceo sonrió ampliamente y dijo:
"¡Bien hecho, piratas! Ahora pueden cruzar el puente. Pero recuerden, la curiosidad y el trabajo en equipo son también tesoros muy valiosos"
El Capitán Despistado, Toñita y Charli cruzaron felizmente el puente y encontraron un baúl lleno de monedas de chocolate, pero también aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de la amistad y el entendimiento.
"- ¡Hoy no solo encontramos moneditas de chocolate, sino amistades que enriquecen nuestra aventura!" - exclamó el Capitán.
Así, el pirata despistado y sus amigos regresaron a su barco de papel, con el corazón lleno y el estómago aún más.
FIN.