El plan astuto del ratón

En un pequeño rincón de un gran jardín, vivía un ratón llamado Benito. Benito era muy astuto y siempre encontraba la manera de evitar al gato, Don Gato, que merodeaba por allí.

Don Gato pasaba sus días tratando de atrapar a Benito, pero el ratón siempre se las ingeniaba para escapar. "¡No podrás atraparme, Don Gato!" se burlaba Benito desde lo alto de un árbol.

Un día, cansado de la persecución, Benito decidió idear un plan para despistar a Don Gato. "Tengo una idea brillante", pensó. Benito se acercó a los pájaros del jardín y les propuso un trato. Les ayudaría a construir nidos más seguros si, a cambio, le enseñaban a volar.

Los pájaros aceptaron encantados y le enseñaron a planear de rama en rama. Cuando Don Gato volvió a la carga, Benito se lanzó desde lo alto de un árbol y logró cruzar al otro lado del jardín, dejando a Don Gato con las ganas.

El gato, sorprendido, no podía creer que el ratón hubiera aprendido a volar. A partir de ese día, Benito se convirtió en el único ratón capaz de desafiar a Don Gato y siempre encontraba nuevas maneras de escapar.

Aunque nunca se hicieron amigos, aprendieron a respetarse mutuamente. Y así, la astucia de Benito y la determinación de Don Gato los convirtieron en los vecinos más singulares del jardín.