El plan de Don León



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Paz y Tranquilidad, donde vivían muchos animalitos felices. Los conejitos saltaban por los prados verdes, los pájaros cantaban melodías alegres y los ositos jugaban entre los árboles.

Sin embargo, un día oscuro llegó al pueblo. Una banda de zorros malvados decidió invadir el lugar y sembrar el miedo entre la población. Robaban comida de las despensas, asustaban a los animales y causaban problemas por todas partes.

La inseguridad se apoderó del pueblo y todos vivían con temor constante. Los conejitos no querían salir de sus madrigueras, los pájaros dejaron de cantar y hasta los ositos se escondieron en sus cuevas.

Don León, el león más valiente del lugar, decidió tomar cartas en el asunto. Convocó a una reunión urgente con todos los habitantes para buscar una solución. —"Amigos" , dijo Don León con voz fuerte pero amable-.

"No podemos permitir que estos zorros malvados sigan sembrando el miedo en nuestro hermoso pueblo. Debemos unirnos y luchar por nuestra paz y tranquilidad". Todos escucharon atentamente las palabras de Don León y se llenaron de valentía.

Juntos idearon un plan para atrapar a los zorros malvados sin hacerles daño. Los pajaritos construyeron nidos escondidos cerca de las casas donde vivían los zorros. Los conejitos cavaron túneles secretos debajo del suelo para moverse rápidamente sin ser vistos.

Y los ositos se disfrazaron de arbustos para confundir a los malvados invasores. Llegó el día del gran plan y todos estaban listos. Los pajaritos comenzaron a cantar melodías hermosas, atrayendo la atención de los zorros.

Los conejitos salieron sigilosamente de sus madrigueras y los ositos se movían entre los arbustos sin hacer ruido. Cuando los zorros se acercaron a las casas, cayeron en las trampas que habían preparado. No podían escapar porque estaban rodeados por todos lados.

Don León se acercó con calma pero firmeza a los zorros malvados y les dijo: "Aquí en Paz y Tranquilidad no hay lugar para el miedo ni la inseguridad. Queremos vivir en armonía y respeto".

Los zorros entendieron su error y pidieron perdón por todo el daño que habían causado. Prometieron cambiar su actitud y ayudar al pueblo en lo que fuera necesario. A partir de ese día, Paz y Tranquilidad volvió a ser un lugar seguro donde todos vivían felices.

Los pájaros volvieron a llenar el aire con sus hermosas melodías, los conejitos saltaban contentos por todas partes y hasta los ositos jugaban sin preocupaciones.

La valentía de Don León enseñó una gran lección a todos: cuando nos unimos contra la adversidad, podemos superar cualquier problema y construir un mundo mejor. Y así fue como el pueblo de Paz y Tranquilidad recuperó su paz, demostrando que juntos podemos vencer el miedo y vivir en armonía.

FIN.

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