El poder de Alma



Había una vez una niña llamada Alma, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Desde muy pequeña, Alma demostró tener dos grandes pasiones: la música y los libros.

Desde que aprendió a caminar, Alma siempre llevaba consigo un libro en su mochila y se perdía entre sus páginas durante horas. Le encantaba imaginar mundos nuevos y conocer personajes fascinantes.

Además, tenía una voz dulce y melodiosa que hacía vibrar el corazón de quienes la escuchaban cantar. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo con su guitarra en mano, Alma escuchó unos sonidos extraños provenientes de un arbusto cercano. Curiosa como era, se acercó sigilosamente para descubrir qué estaba sucediendo.

- ¿Quién está ahí? -preguntó Alma con timidez. De repente, salió corriendo un conejito asustado. Pero no era cualquier conejito; tenía unas orejas enormes y una mirada triste.

- ¡Espera! No te haré daño -dijo Alma mientras seguía al conejito hasta llegar a un claro del bosque.

Allí encontraron a otros animales con problemas similares: había un zorrillo tímido que quería hacer amigos pero no sabía cómo, una mariposa que soñaba con volar alto pero tenía miedo a las alturas y un pajarito que había perdido su canto. Alma decidió ayudarlos utilizando sus talentos especiales: les contaría historias para inspirarlos y les enseñaría canciones para alegrarles el corazón.

Todos los días, Alma se reunía con los animales y les dedicaba su tiempo y su amor. Con el paso del tiempo, algo maravilloso comenzó a ocurrir.

El conejito ya no tenía miedo de salir de su madriguera y se convirtió en un gran saltarín que alegraba a todos con sus brincos. El zorrillo encontró la confianza suficiente para hacer nuevos amigos y descubrió lo divertido que era compartir momentos juntos.

La mariposa superó su miedo a las alturas y volaba cada vez más alto, llenando el cielo de colores. Y el pajarito recuperó su canto, llenando el bosque con melodías alegres. Alma estaba feliz al ver cómo había ayudado a esos animales a encontrar la felicidad en sus vidas.

Pero aún quedaban otros seres necesitados en el mundo. Por eso, decidió escribir un libro sobre sus aventuras junto a los animales del bosque para inspirar a otros niños y niñas como ella.

El libro fue todo un éxito y Alma se convirtió en una autora reconocida en todo el país. Con las ganancias obtenidas, fundó una escuela de música y literatura para niños desfavorecidos donde ellos pudieran aprender y desarrollar sus talentos.

Gracias al esfuerzo de Alma, muchos niños encontraron la pasión por la música y los libros, aprendieron a sonreír e inspiraron a otros con sus historias.

Y así, Alma demostró que no importa cuán pequeños seamos o cuáles sean nuestros talentos; siempre podemos hacer grandes cosas si seguimos nuestros sueños y compartimos nuestro amor con los demás. Y así termina la historia de Alma, una niña valiente y generosa que encontró su propósito en la vida y ayudó a otros a encontrar el suyo.

FIN.

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