El Poder de la Amistad


Había una vez tres jóvenes llamados María José, Isabella y Sebastián. Eran amigos inseparables y siempre estaban en busca de aventuras emocionantes.

Un día, escucharon una leyenda sobre un ser fantástico llamado "La Voladora", que supuestamente vivía en lo más profundo del bosque. Intrigados por esta historia, decidieron emprender una expedición para encontrar a La Voladora. Era una tarde de febrero cuando se adentraron en el misterioso bosque, llenos de entusiasmo y curiosidad.

Mientras caminaban entre los árboles altos y frondosos, comenzaron a sentir la magia del lugar. Los rayos dorados del sol se filtraban entre las hojas y el aire estaba lleno de aromas frescos y naturales.

Pero a medida que avanzaban más profundamente, algo extraño comenzó a suceder. De repente, María José desapareció sin dejar rastro. Isabella y Sebastián se miraron con sorpresa e incredulidad. Estaban asustados pero no querían rendirse tan fácilmente. Continuaron su búsqueda con determinación.

Después de un tiempo, mientras seguían explorando el bosque, también Isabella desapareció misteriosamente ante los ojos de Sebastián. Ahora él estaba solo y realmente preocupado por sus amigos perdidos. Sin embargo, Sebastián no permitió que el miedo lo dominara.

Recordó cómo juntos siempre habían superado cualquier obstáculo y decidió seguir adelante en honor a sus amigos desaparecidos. Después de mucho caminar, finalmente llegó al centro del bosque donde encontró un pequeño claro.

Allí, se encontró con una anciana sabia sentada en un tronco. "-¿Quién eres tú?", preguntó Sebastián con timidez. "-Soy La Voladora", respondió la anciana sonriendo amablemente. "-He estado observando tu valentía y determinación mientras buscaban a mis amigos perdidos". Sebastián se quedó sin palabras.

No podía creer que finalmente había encontrado a La Voladora y que ella conocía a sus amigos desaparecidos.

La anciana continuó: "-Mis amigos María José e Isabella no están perdidos, simplemente han sido llevados a un lugar mágico donde aprenderán lecciones importantes sobre el valor de la amistad y la perseverancia". Sebastián estaba aliviado al escuchar esto, pero aún quería reunirse con sus amigos lo antes posible.

La Voladora le explicó que tenía que pasar por tres pruebas para demostrar su coraje y merecer ver nuevamente a sus amigos. La primera prueba consistió en enfrentar su mayor temor: las alturas.

Sebastián superó su miedo escalando un árbol alto y balanceándose de rama en rama como si fuera una verdadera voladora. La segunda prueba fue resolver un complicado acertijo matemático. A pesar de ser difícil, Sebastián recordó cómo siempre habían trabajado juntos para resolver problemas y logró encontrar la respuesta correcta.

Finalmente, llegó el momento de la última prueba: enfrentarse a una criatura mágica llamada "El Guardián del Bosque". Era una criatura imponente con ojos brillantes y garras afiladas.

Sebastián no se dejó intimidar y, recordando las lecciones que había aprendido en su aventura, se acercó al Guardián con valentía. Después de una breve conversación, el Guardián reconoció la determinación y el valor de Sebastián y decidió liberar a María José e Isabella. Cuando los tres amigos finalmente se reunieron, sus corazones rebosaron de alegría.

Habían pasado por muchas pruebas y desafíos, pero habían demostrado que juntos podían superar cualquier obstáculo.

Agradecidos con La Voladora por enseñarles lecciones valiosas, los jóvenes prometieron cuidar del bosque y compartir su historia con otros niños para inspirarlos a ser valientes y perseverantes en todas las situaciones. Y así, María José, Isabella y Sebastián regresaron a casa como héroes, sabiendo que la verdadera magia estaba en la amistad sincera y en el poder de creer en uno mismo.

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