El poder de la amistad

Había una vez en un bosque encantado, tres osos muy enojados: Bruno, el oso pardo; Luna, la osa polar; y Pancho, el oso panda. Estaban siempre gruñendo y frunciendo el ceño, asustando a todos los animales del lugar.

Un día, mientras los tres osos discutían sobre quién era más fuerte, apareció Ratón Gorila. Sí, así como suena: un ratón gigante con la fuerza de un gorila.

Se acercó a los osos con una sonrisa amigable y les dijo:"Hola amigos ¿qué les parece si dejamos de pelear y nos divertimos juntos? Seguro que podemos llevarnos bien. "Los osos se quedaron sorprendidos al ver a Ratón Gorila tan simpático y amable.

Decidieron darle una oportunidad y aceptaron jugar con él. Jugaron carreras, escondite y hasta construyeron juntos una cabaña en el árbol. Mientras tanto, en otra parte del bosque, estaba la familia de Tomás, un niño curioso que siempre buscaba aventuras.

Su mamá le decía:"Tomás querido, ten cuidado en el bosque y no te alejes demasiado. "Pero Tomás era muy travieso y decidió adentrarse en lo más profundo del bosque sin decirle a nadie. De repente, escuchó risas y juegos a lo lejos.

Se acercó sigilosamente y vio a los osos jugando felices con Ratón Gorila. Se quedó maravillado al verlos tan diferentes a como los imaginaba.

Ratón Gorila notó la presencia de Tomás y fue a hablar con él:"Hola Tomás ¿te gustaría unirte a nuestro juego? Los osos ya no están enojados gracias a nuestra amistad. "Tomás asintió emocionado y se sumó al divertido juego junto a sus nuevos amigos animales.

Al caer la tarde, Tomás regresó a casa feliz contándole a su mamá sobre su increíble aventura en el bosque con los osos enojados convertidos ahora en grandes amigos.

Desde ese día, los tres osos aprendieron que no hay necesidad de estar siempre gruñendo para ser fuertes; que la verdadera fortaleza está en saber abrir el corazón para aceptar las diferencias y disfrutar de la compañía de quienes nos rodean. Y así, entre risas y juegos, todos vivieron felices por siempre en el bosque encantado.