El poder de la amistad de Lucas



En una soleada mañana de marzo, en el Jardín de Infantes "Rayito de Sol", llegó un nuevo compañero llamado Lucas.

Lucas era un niño muy especial, ya que tenía la capacidad de dibujar increíbles paisajes con solo cerrar los ojos y dejar volar su imaginación. Al principio, los otros niños no entendían a Lucas. Algunos se burlaban de él por ser diferente y no querían jugar con él.

Lucas se sentía triste y solo, sin entender por qué lo rechazaban. Un día, durante el recreo, Lucas estaba sentado bajo un árbol dibujando en su cuaderno cuando se acercaron Sofía, Mateo y Valentina, tres amigos curiosos que se interesaron en sus dibujos.

"¿Qué estás haciendo?", preguntó Valentina con curiosidad. "Estoy dibujando mi lugar favorito en el mundo", respondió Lucas tímidamente. "¡Wow! ¡Eso es increíble!", exclamó Mateo impresionado. Los tres amigos se sentaron junto a Lucas y comenzaron a hacerle preguntas sobre sus dibujos.

Poco a poco, fueron descubriendo la maravillosa imaginación de Lucas y cómo podían aprender cosas nuevas gracias a él.

Con el paso de los días, Sofía, Mateo y Valentina invitaron a más niños del jardín a unirse a ellos para jugar con Lucas. Pronto, todos descubrieron lo divertido que era tenerlo como amigo y aprendieron a valorarlo por su creatividad única.

Un día, durante una asamblea en la escuela sobre la importancia del respeto y la diversidad, los niños compartieron cómo habían discriminado injustamente a Lucas al principio. Se dieron cuenta de lo mal que habían actuado y prometieron nunca más juzgar a alguien por ser diferente.

Lucas sonreía feliz al ver cómo había logrado cambiar la opinión de sus compañeros gracias al poder de su arte y su bondad. Todos aprendieron que cada persona tiene algo especial que ofrecer al mundo y que la verdadera riqueza está en aceptar las diferencias entre todos.

Desde ese día, en el Jardín "Rayito de Sol" reinó la alegría, la amistad y el respeto mutuo entre todos los niños. Y Lucas siguió creando hermosos paisajes con su imaginación infinita mientras disfrutaba del cariño sincero de sus nuevos amigos.

FIN.

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