El poder de la amistad en el bosque encantado
Había una vez en un bosque encantado, una pequeña ardilla llamada Susi. Susi era muy alegre y curiosa, pero tenía dificultades con su psicomotricidad fina y gruesa.
A menudo tropezaba al correr entre los árboles y le costaba trabajo agarrar las bellotas con sus pequeñas patitas. Un día, mientras intentaba atrapar una mariposa, Susi se cayó de un árbol y se lastimó una de sus patitas traseras.
Estaba triste porque pensaba que nunca podría ser tan hábil como las demás ardillas del bosque. -¡Ay! ¡Qué torpe soy! -se lamentó Susi mientras intentaba levantarse. En ese momento, apareció Max, el conejo más veloz del bosque.
Max había visto todo desde lejos y se acercó a ayudar a Susi. -¿Estás bien, amiguita? -preguntó Max con preocupación. Susi asintió con la cabeza, aunque todavía sentía un poco de dolor en su patita lastimada.
Max sonrió y le dijo: "No te preocupes, yo te enseñaré algunos ejercicios para fortalecer tus patitas y mejorar tu equilibrio. Verás que pronto estarás corriendo y saltando como nunca". Así fue como todos los días, Susi y Max se reunían en el claro del bosque para practicar juntos.
Max diseñó juegos divertidos que ayudaban a Susi a mejorar su psicomotricidad fina y gruesa. Saltaban entre ramas, trepaban árboles e incluso jugaban al escondite para trabajar en la coordinación de Susi. Poco a poco, Susi comenzó a notar los cambios en su cuerpo.
Ya no tropezaba tanto al correr ni le costaba tanto trabajo agarrar las bellotas. Su confianza crecía cada día gracias al apoyo incondicional de Max.
Un mes después del accidente, el bosque celebró una gran carrera de habilidades donde todos los animales mostraban sus destrezas. Cuando llegó el turno de Susi, todos contuvieron la respiración al recordar su caída anterior.
Susi respiró hondo, miró a Max quien le dedicó una sonrisa llena de confianza, y empezó a correr a toda velocidad. Saltaba entre troncos y esquivaba obstáculos con gracia y destreza. Al cruzar la línea de meta en primer lugar, el bosque estalló en aplausos y vítores por la increíble transformación de Susi.
Desde ese día, todos reconocieron el esfuerzo y la valentía de Susi para superar sus dificultades motoras. Y ella supo que con determinación, apoyo y mucha práctica podía lograr cualquier cosa que se propusiera en la vida.
FIN.