El poder de la amistad mágica
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Blanca.
Blanca era una niña muy valiente durante el día, pero por las noches se convertía en una temerosa niña que tenía miedo a los monstruos que pudieran estar escondidos en su habitación. Todas las noches, Blanca revisaba debajo de la cama y dentro de su armario para asegurarse de que no había ningún monstruo acechando.
Sin embargo, siempre sentía un escalofrío al pensar que algo podría aparecer de repente. Una noche, mientras Blanca se preparaba para dormir, escuchó un ruido extraño proveniente de su armario. Su corazón comenzó a latir rápido y sintió un nudo en la garganta.
Con valentía, se acercó al armario y lentamente abrió la puerta. Para su sorpresa, lo que vio dentro del armario no era un monstruo aterrador, sino un ser mágico con alas de mariposa brillantes.
El ser mágico sonrió tiernamente a Blanca y le dijo:- ¡Hola, soy Mariposita! Soy un amigo mágico que ha venido a jugar contigo.
Blanca estaba asombrada por la presencia de Mariposita y lentamente comenzó a darse cuenta de que los supuestos —"monstruos" nocturnos podrían ser en realidad amigos dispuestos a divertirse con ella. Mariposita extendió sus alas y con un destello mágico transportó a Blanca a un mundo lleno de colores brillantes y criaturas fantásticas.
Juntos volaron sobre praderas repletas de flores luminosas y nadaron en ríos cristalinos donde peces parlanchines les contaban chistes divertidos. A medida que pasaban tiempo juntas, Mariposita enseñaba a Blanca sobre el poder de la imaginación y cómo enfrentar sus miedos con valentía.
Aprendieron juntas juegos nuevos e inventaron historias emocionantes que hacían reír a carcajadas a ambas. Poco a poco, Blanca dejó atrás su miedo a los monstruos nocturnos y descubrió la alegría de tener amigos inesperados como Mariposita.
Se dio cuenta de que la magia estaba presente en todas partes si uno sabía dónde buscar. Finalmente, cuando el sol empezaba a asomar por el horizonte anunciando un nuevo día, Mariposita abrazó tiernamente a Blanca antes de desaparecer entre destellos dorados prometiendo volver cada noche para seguir compartiendo aventuras juntas.
Desde entonces, Blanca ya no temía la oscuridad ni a los supuestos monstruos nocturnos porque ahora sabía que detrás de ellos podían esconderse amigos tan especiales como Mariposita listos para hacerla sonreír y soñar sin límites.
Y así fue como nuestra valiente protagonista descubrió el verdadero significado del valor: enfrentar nuestros miedos con amor y amistad.
FIN.