El poder de la mariposa




En un pequeño pueblo, vivía una niña llamada Sofía. Aunque era amable y cariñosa, sus compañeros de escuela y los vecinos siempre encontraban algo malo que decir sobre ella.

'Tienes pecas en la cara', 'tu voz suena extraña' o 'tu ropa no es lo suficientemente bonita', eran solo algunas de las crueles observaciones que le hacían. La pobre Sofía se sentía muy triste y pensaba que no tenía ninguna cualidad especial.

Un día, mientras lloraba en el parque, una mariposa de brillantes colores aterrizó suavemente sobre su hombro. Sorprendida, Sofía escuchó a la mariposa susurrarle al oído: '-Hola, Sofía. No dejes que las palabras hirientes de los demás te lastimen.

Tú eres especial tal y como eres, no dejes que nadie te haga sentir lo contrario'. Sin decir una palabra, la mariposa desapareció repentinamente, pero dejó a Sofía con una nueva sensación de fortaleza y seguridad.

Decidida a cambiar su situación, Sofía se armó de valor y decidió enfrentar a aquellos que le habían herido. Se acercó primero a Laura, una niña que se burlaba de sus pecas, y le dijo con valentía: '-Laura, las pecas en mi cara son únicas, como las manchas en las alas de una mariposa.

En lugar de criticar, aprendamos a apreciar nuestras diferencias'. A medida que hablaba esas palabras, una luz mágica comenzó a resplandecer y envolvió a Laura, transformándola en una hermosa mariposa.

Sofía siguió su camino y se encontró con Tomás, quien solía burlarse de su voz. '-Tomás, mi voz puede ser diferente, pero tiene el poder de transmitir amor y bondad', le dijo con amabilidad.

En ese momento, una luz dorada empezó a brillar a su alrededor y transformó a Tomás en otra mariposa. Uno tras otro, todos los que habían herido a Sofía fueron convertidos en mariposas. Pronto, el pueblo se llenó de mariposas revoloteando, llevando consigo un mensaje de amor y aceptación.

Sofía se dio cuenta de que la mariposa no solo le había dado confianza, sino que también le había otorgado un don especial: la capacidad de cambiar el corazón de las personas.

Desde ese día, Sofía se convirtió en una defensora de la bondad y la aceptación, enseñando a todos que nuestras diferencias son lo que nos hace únicos y hermosos. Y así, la niña que una vez se sentía incomprendida, se convirtió en la protectora de las mariposas, diseminando amor y comprensión a su alrededor.

FIN.

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