El poder de la melodía



Había una vez una niña llamada Ana, a quien todos conocían como "La niña hermosa, ojos bonitos", porque siempre tenía una sonrisa en su rostro y sus ojos brillaban de alegría.

Pero lo que más destacaba de ella era su voz melodiosa, que llenaba de música todo lugar por donde pasaba. Desde muy pequeña, Ana descubrió su amor por la música. Cantaba en la ducha, mientras jugaba en el parque e incluso cuando hacía las tareas del hogar.

Su voz era tan hermosa que todos los vecinos se asomaban por las ventanas para escucharla. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, Ana encontró un viejo piano abandonado.

Sin pensarlo dos veces, se sentó frente a él y comenzó a tocar algunas notas. Para sorpresa de todos los animales del bosque, la melodía que salió era mágica. A partir de ese momento, Ana decidió convertirse en una gran cantante y pianista.

Pasaba horas practicando con el piano y ensayando canciones para mejorar cada vez más. Con el tiempo, fue creciendo y perfeccionando su talento musical.

Una tarde soleada, mientras caminaba hacia la escuela con su guitarra al hombro cantando una linda canción que había compuesto ella misma, se encontró con un grupo de niños tristes sentados en un banco del parque.

Curiosa como siempre, se acercó corriendo hacia ellos para preguntarles qué les pasaba:- Hola chicos ¿qué les ocurre? ¿Por qué están tan tristes? Los niños levantaron la cabeza y uno de ellos, llamado Tomás, respondió:- Estamos tristes porque nuestra escuela no tiene música.

No tenemos un lugar donde aprender a tocar instrumentos ni nadie que nos enseñe a cantar. Ana se quedó pensativa por un momento y luego sonrió con determinación. - ¡No se preocupen más! A partir de hoy seré su maestra de música. Les enseñaré todo lo que sé sobre cantar y tocar instrumentos.

Los niños no podían creerlo. Nunca habían tenido la oportunidad de aprender música y ahora tendrían una maestra tan talentosa como Ana. Así comenzaron las clases de música en el parque.

Ana les enseñaba a los niños diferentes ritmos, notas musicales y cómo expresarse a través de la melodía. Los niños estaban emocionados y cada día aprendían algo nuevo. Un día, mientras ensayaban para una pequeña presentación en el parque, llegó un hombre misterioso llamado Don Ricardo.

Era dueño de una gran empresa musical y estaba buscando nuevos talentos para su compañía discográfica. Don Ricardo quedó maravillado al escuchar la voz de Ana y ver el entusiasmo de los niños al tocar sus instrumentos.

Inmediatamente les ofreció la oportunidad de grabar un disco juntos y hacer conciertos por todo el país. Todos aceptaron emocionados.

Juntos formaron una banda musical llamada "Los Melódicos" y comenzaron a viajar por diferentes ciudades llevando alegría con su música a todas partes. La niña hermosa, ojos bonitos nunca dejó de cantar ni olvidó su promesa de enseñar música a los demás. Siempre recordaba su humilde comienzo en el bosque y agradecía por todas las oportunidades que había tenido.

Y así, Ana y "Los Melódicos" se convirtieron en un gran éxito. Pero lo más importante es que siempre mantuvieron viva la pasión por la música y compartieron su talento con aquellos que no tenían acceso a ella.

La historia de Ana nos enseña que todos tenemos un talento especial dentro de nosotros y que podemos usarlo para hacer del mundo un lugar mejor.

Además, nos recuerda la importancia de ayudar a los demás y compartir nuestras habilidades con quienes más lo necesitan. Y así, cada vez que alguien escuchaba cantar a Ana, recordaban la importancia de perseguir sus sueños y nunca dejar de compartir su amor por la música con el mundo.

Porque La niña hermosa, ojos bonitos siempre estaba cantando...

FIN.

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