El poder de la verdad y la participación ciudadana



Había una vez un país llamado Argentina, donde durante muchos años hubo mucha tristeza y dolor. Los gobernantes no escuchaban a la gente y hacían lo que querían sin importarles las consecuencias. Pero un día, algo cambió.

La gente se unió, luchó y logró recuperar su libertad. Fue así como comenzaron 40 años de democracia, donde todos tenían voz y voto para elegir a sus representantes.

En este país vivía Sofía, una niña muy curiosa e inteligente que siempre se preguntaba por qué las cosas eran como eran. Un día, mientras paseaba por el parque con su abuelo Carlos, le preguntó sobre los 40 años de democracia. "Abuelo, ¿qué significa la democracia?"- preguntó Sofía.

"Bueno mi querida Sofi, la democracia es cuando todos podemos decidir quiénes nos gobiernan"- respondió Carlos. "¿Y eso cómo funciona?"- volvió a preguntar Sofía.

"Cada cierto tiempo hay elecciones donde todos los ciudadanos mayores de edad pueden votar libremente por el candidato que prefieran"- explicó Carlos. Sofía quedó pensativa ante esta respuesta y decidió investigar más sobre el tema en la biblioteca del barrio.

Allí encontró muchos libros interesantes que hablaban sobre los derechos humanos y la importancia de tener una sociedad justa e igualitaria. Mientras tanto, en el país había elecciones presidenciales muy importantes. Los candidatos ofrecían muchas promesas a la gente para ganarse su voto.

Pero algo extraño estaba pasando: algunos medios de comunicación parecían estar favoreciendo a un candidato en particular. Sofía se dio cuenta de esto y le preguntó a su abuelo sobre la imparcialidad de los medios.

Carlos le explicó que los medios deben ser objetivos y no tomar partido por ningún candidato, sino informar con veracidad para que la gente pueda tomar una decisión informada. La niña decidió hacer algo al respecto.

Junto a sus amigos del colegio, crearon un periódico escolar donde escribían noticias sobre las elecciones sin favorecer a ningún candidato en particular. Pronto, su periódico se hizo muy popular entre los estudiantes y la comunidad en general. El día de las elecciones llegó y Sofía fue con su abuelo a votar.

Vio muchas personas haciendo fila para ejercer su derecho al voto y sintió una gran emoción al ver cómo todos estaban comprometidos con el futuro del país.

Finalmente, el resultado de las elecciones fue anunciado: el ganador era aquel candidato que había sido favorecido por algunos medios de comunicación. Pero algo inesperado ocurrió: muchos ciudadanos protestaron pacíficamente exigiendo transparencia en las elecciones y respeto por la democracia.

Gracias a estas protestas, se descubrieron irregularidades en el proceso electoral y se logró revertir el resultado de las elecciones. Un nuevo presidente fue elegido con total transparencia y justicia. Sofía aprendió mucho durante este proceso y entendió que la democracia es un valor fundamental que debemos proteger siempre.

A partir de ese momento, decidió seguir luchando por sus derechos como ciudadana activa e informada. Y así, juntos como sociedad, continuamos construyendo un país más justo y democrático.

FIN.

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