El poder de las manzanas
Había una vez un nene llamado Tomás, a quien le encantaba comer manzanas. Todos los días, su mamá le preparaba un tazón lleno de manzanas frescas y crujientes para que disfrutara como merienda.
Tomás sabía que las manzanas eran saludables y deliciosas. Le gustaban tanto que siempre se aseguraba de comer al menos una al día. Pero lo que no sabía era el poder especial que tenían esas manzanas en su vida.
Un día, mientras Tomás estaba comiendo una jugosa manzana roja en el parque, notó algo extraño. De repente, la manzana comenzó a brillar y emitir un resplandor mágico.
Asombrado, Tomás dejó de masticar y observó cómo la manzana se transformaba en un hada pequeñita con alas doradas. El hada sonrió dulcemente y dijo: "¡Hola, Tomás! Soy el Hada Manzanera y estoy aquí para enseñarte algo importante". Tomás quedó boquiabierto pero emocionado por conocer a un hada real.
El Hada Manzanera explicó que cada vez que Tomás comía una manzana, adquiría habilidades especiales. Dependiendo del tipo de manzana que comiera ese día, obtendría diferentes talentos durante 24 horas.
Desde ese momento en adelante, cada vez que Tomás comía una manzana roja como la primera vez, se convertía en un súper velocista capaz de correr más rápido que cualquier otro niño de su edad. Podía ganar carreras escolares e incluso deslizarse por las calles con increíble agilidad.
Cuando comía una manzana verde, se transformaba en un genio de las matemáticas y podía resolver problemas complicados en segundos. Con una manzana amarilla, tenía la capacidad de hablar varios idiomas y podía comunicarse con personas de diferentes países sin dificultad.
Tomás estaba emocionado por todas estas habilidades especiales que obtenía gracias a las manzanas. Pero pronto descubrió que no solo se trataba de divertirse y presumir de sus talentos. Un día, Tomás vio a su amigo Lucas luchando por aprender a leer.
Recordó que había una manzana especial llamada "Manzana Sabia" que le permitiría ayudar a Lucas con su problema de lectura. Así que fue corriendo al mercado para encontrar esa variedad única.
Cuando finalmente encontró la Manzana Sabia, la comió rápidamente y se dirigió hacia la casa de Lucas. Al verlo llegar, Lucas exclamó: "¡Tomás! Necesito ayuda para leer estos libros". Sin dudarlo, Tomás comenzó a enseñarle a Lucas los trucos y técnicas para mejorar su lectura.
Después de varias semanas trabajando juntos, Lucas mejoró enormemente su habilidad para leer. Estaba tan feliz y agradecido con Tomás por toda su ayuda.
Poco después, el Hada Manzanera apareció nuevamente frente a Tomás para felicitarlo por usar sus habilidades mágicas para ayudar a los demás. Le dijo: "Tomás, has demostrado que comer manzanas no solo te da poderes especiales, sino también la oportunidad de hacer el bien".
A partir de ese día, Tomás decidió usar sus habilidades mágicas para ayudar a los demás siempre que pudiera. Se convirtió en un verdadero héroe en su comunidad y todos lo admiraban por su generosidad y amabilidad.
Y así, gracias a las manzanas y al poder especial que le otorgaban, Tomás aprendió el valor de compartir y ayudar a los demás.
Desde entonces, se aseguraba de comer manzanas todos los días no solo para obtener talentos especiales, sino también para recordar la importancia de ser una persona bondadosa y solidaria. Y colorín colorado, esta historia del nene que comía manzanas ha terminado.
FIN.