El poder de las palabras
Había una vez un grupo de niños que asistían a un taller de expresión literaria.
Todos los sábados se reunían en la biblioteca del pueblo para aprender sobre cuentos, poesía y cómo dejar volar su imaginación a través de las palabras. El último día de clases antes de las vacaciones de invierno, la profesora les dijo: "Chicos, durante estas vacaciones quiero que sigan escribiendo y explorando su creatividad.
Así que les propongo un desafío: cada uno deberá escribir una historia inspiradora y educacional para compartir cuando volvamos". Los ojos de los niños se iluminaron con entusiasmo. Cada uno comenzó a pensar en qué tema abordaría su historia.
Martina, una niña muy curiosa, decidió escribir sobre el poder del conocimiento y cómo puede cambiar vidas. Durante las primeras semanas de vacaciones, Martina visitó la biblioteca todos los días. Leía libros sobre diferentes temas: ciencia, historia, arte... Todo le parecía fascinante e inspirador.
Su mente se llenaba de ideas para su historia. Un día, mientras caminaba por el parque, Martina encontró a Tomás sentado en un banco con cara triste. Se acercó corriendo y le preguntó qué le pasaba.
"Martina, estoy aburrido", respondió Tomás con voz apagada. "No sé qué hacer durante estas vacaciones". Martina sonrió y dijo: "Tengo una idea genial para ti". Le contó sobre el taller de expresión literaria y cómo podrían pasar tiempo juntos escribiendo historias maravillosas.
Tomás aceptó emocionado la propuesta y se unió a Martina en la biblioteca. Juntos, exploraron diferentes temas y compartieron sus ideas. Tomás decidió escribir sobre la importancia de la amistad y cómo puede alegrar nuestras vidas.
Mientras tanto, Sofía, otra niña del taller, estaba luchando para encontrar inspiración. Paseaba por el pueblo sin saber qué escribir.
Un día, mientras miraba las estrellas en el cielo nocturno, le llegó una idea brillante: hablaría sobre los sueños y cómo perseguirlos. Sofía comenzó a escribir con entusiasmo y cada palabra que plasmaba en su cuaderno parecía cobrar vida propia.
Estaba tan emocionada con su historia que decidió invitar a todos los niños del taller a una reunión sorpresa en su casa para compartir sus avances. El día de la reunión llegó y todos los niños asistieron con sus historias escritas. Martina habló sobre el poder del conocimiento y cómo aprender cosas nuevas puede abrir puertas inimaginables.
Tomás compartió su historia sobre la amistad verdadera y cómo estar ahí uno para el otro nos hace más fuertes. Finalmente, Sofía leyó su historia sobre los sueños y cómo nunca debemos dejar de creer en nosotros mismos.
Todos aplaudieron emocionados al escucharla. La profesora del taller sonrió orgullosa al ver lo lejos que habían llegado estos niños gracias a su pasión por la escritura.
Les dijo: "Chicos, han demostrado que las palabras tienen un poder increíble cuando se usan para inspirar y educar". Y así terminaron las vacaciones de invierno, pero no el amor por la escritura de estos niños.
Continuaron asistiendo al taller y compartiendo sus historias con el mundo, sabiendo que a través de ellas podrían seguir inspirando a otros. Y así, una vez más, la magia de las palabras se hizo presente en la vida de estos pequeños escritores.
FIN.