El poder de Lola y el hada verde
Había una vez en un mundo donde todo parecía perfecto. Los árboles eran altos y frondosos, los animales vivían en armonía y las personas se ayudaban mutuamente.
Pero a pesar de la aparente perfección, algo no estaba del todo bien. En un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía una niña llamada Lola. Lola era curiosa e inquieta, siempre buscando nuevas aventuras y maneras de hacer del mundo un lugar mejor.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, se encontró con una hada muy especial. La hada le dijo a Lola que tenía el poder de cambiar una cosa en el mundo para hacerlo aún más hermoso y justo.
Sin dudarlo un segundo, Lola decidió que lo que cambiaría sería la forma en que las personas trataban a los animales. Desde ese día, cada vez que alguien en Alegría maltrataba a un animal o no lo cuidaba adecuadamente, recibía una visita muy especial.
Era Lola, acompañada por la hada, recordándole lo importante que era respetar a todas las criaturas del mundo. Un día, un hombre llamado Tomás decidió cortar todos los árboles de su terreno para construir una casa nueva.
Cuando estaba a punto de empezar a talar el primer árbol, escuchó una risita detrás suyo. Se dio vuelta y vio a Lola junto al hada mirándolo fijamente. "¿Qué hacen aquí?" preguntó Tomás sorprendido.
"Hemos venido a recordarte lo importante que son los árboles para nuestro planeta", respondió Lola con voz firme. Tomás reflexionó por un momento y decidió no talar los árboles. En cambio, construyó su casa respetando la naturaleza y plantando nuevos árboles alrededor.
Poco a poco, gracias al trabajo incansable de Lola y el hada, las personas en Alegría comenzaron a comprender la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a todos los seres vivos.
El pueblo se llenó de vida y color como nunca antes se había visto. Y así fue como gracias al coraje y determinación de una niña llamada Lola, el mundo cambió para convertirse en un lugar más justo y equilibrado para todos sus habitantes.
Y aunque siempre habrá desafíos por delante, con amor y respeto cualquier cosa es posible.
FIN.