El poder de Maider en 1B


En la escuela "Alegría y Sabiduría" de San Juan Andereño, la clase de 1B era conocida por ser un grupo muy especial. Y todo gracias a su profesora, Andereño Maider, una maestra apasionada que hacía magia con sus alumnos.

"¡Maestra Maider, hoy aprendí a sumar hasta el diez!", exclamó emocionado Tomás. "¡Qué bien, Tomás! Estoy muy orgullosa de tus avances", respondió Maider con una sonrisa cálida.

"Yo dibujé un árbol en mi cuaderno y me salió re lindo", dijo Sofía con entusiasmo. "¡Eso es maravilloso, Sofía! Tienes mucho talento para el arte", elogió Maider. Cada día en el aula de 1B era una aventura educativa y divertida.

Los niños disfrutaban aprendiendo con juegos, canciones y actividades creativas propuestas por su querida maestra. "Hoy leí un cuento sin ayuda, ¡y entendí todo!", compartió Martina con alegría.

"¡Increíble, Martina! La lectura es una puerta mágica a nuevos mundos", expresó Maider emocionada por los logros de su alumna. "A mí me gustan mucho las plantas. ¿Podemos aprender sobre cómo crecen?", preguntó Mateo curioso. "Claro que sí, Mateo.

La naturaleza tiene muchos secretos que podemos descubrir juntos", respondió Maider con entusiasmo. La clase de 1B se había convertido en un espacio donde cada niño se sentía valorado, motivado y feliz.

Y todo gracias al amor por la enseñanza de Andereño Maider, quien dedicaba tiempo y esfuerzo para ver brillar a sus pequeños estudiantes. Un día, cuando todos estaban reunidos en círculo escuchando un cuento sobre la importancia de la amistad, algo inesperado sucedió.

Se escuchó un ruido fuerte afuera del salón y todos se asomaron para ver qué pasaba. Era un cachorrito perdido que lloraba buscando a su familia. "¡Pobrecito! Debe estar asustado", comentó Valentina preocupada por el perrito.

Maider miró a sus alumnos y les dijo: "¿Qué les parece si lo cuidamos entre todos hasta encontrar a sus dueños?"Los niños asintieron emocionados ante la idea de ayudar al pequeño cachorro. Durante días lo alimentaron, jugaron con él y le dieron cariño mientras esperaban noticias sobre sus dueños.

Finalmente, una familia lo reconoció como su mascota perdida y todos celebraron felices haber cumplido juntos esa buena acción.

Al finalizar ese trimestre escolar, Andereño Maider recibió una sorpresa muy especial por parte de sus alumnos: una tarjeta llena de dibujos coloridos y frases cariñosas que expresaban todo su amor y gratitud hacia ella. La profesora no pudo contener las lágrimas al leer cada mensaje lleno de afecto:"Gracias por enseñarnos a ser valientes". "Nunca olvidaremos tus clases tan divertidas".

"Eres la mejor maestra del mundo". Andereño Maider abrazó a cada uno de sus alumnos sintiéndose plena y realizada como educadora. Saber que había dejado huella en sus corazones era el mejor regalo que podía recibir.

Y así terminaba otra jornada inolvidable en la escuela "Alegría y Sabiduría", donde el amor por aprender y crecer juntos siempre prevalecía bajo la guía luminosa de Andereño Maider.

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