El Poder del Amor
Había una vez en un lejano pueblo llamado Alegría, donde todos sus habitantes vivían felices y en armonía.
En este lugar mágico, existía una leyenda sobre la presencia de un ser especial llamado Amor, quien tenía el poder de hacer que todo lo malo se convirtiera en bueno con tan solo su presencia. En Alegría, vivían dos amigos inseparables llamados Tomás y Sofía.
Ellos eran conocidos por ser los más alegres del pueblo y siempre estaban dispuestos a ayudar a los demás. Un día, mientras paseaban por el bosque encantado de Alegría, se encontraron con una anciana triste y desanimada. "¿Qué te pasa, señora?" -preguntó preocupado Tomás.
La anciana les contó que había perdido la esperanza y ya no creía en la magia ni en la bondad de las personas. Tomás y Sofía sintieron mucha pena por ella y decidieron llevarla al centro del pueblo para buscar ayuda.
Al llegar al centro del pueblo, todos se sorprendieron al ver a la anciana triste junto a los dos amigos. Fue entonces cuando Amor hizo su aparición repentina ante ellos. Su presencia irradiaba luz y calidez, llenando el lugar de amor y alegría.
"¡Soy Amor! Y estoy aquí para recordarles que nunca es tarde para creer en la magia de la bondad", dijo con voz dulce Amor.
Todos en el pueblo quedaron maravillados por su presencia y poco a poco comenzaron a sentir una gran paz interior. La anciana triste se transformó frente a sus ojos en una mujer radiante llena de esperanza y alegría. Desde ese día, Amor decidió quedarse en Alegría para enseñarles a todos sobre el poder transformador del amor verdadero.
Gracias a él, las disputas entre vecinos desaparecieron, los enfermos sanaron más rápido y los corazones rotos volvieron a latir con fuerza.
Tomás y Sofía aprendieron que el verdadero valor estaba en ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio, porque esa era la mayor muestra de amor que podían ofrecerle al mundo.
Y así fue como gracias al encuentro con Amor, el pueblo de Alegría se convirtió en un lugar aún más especial donde reinaba la felicidad plena para siempre jamás.
FIN.