El poder del corazón
súper fuerza se le va de las manos. Había una vez un niño llamado Alex que era muy especial. Era grandote y fuerte, pero también tenía un corazón enorme.
Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Pero lo más importante, era mi novio y hacía mis días más bonitos.
Un día, mientras Alex estaba jugando en el parque con sus amigos, notó que algunos niños más pequeños estaban teniendo problemas para alcanzar las ramas altas de los árboles. Sin dudarlo ni un segundo, Alex corrió hacia ellos y levantó a uno de los niños para que pudiera agarrarse a la rama.
Todos quedaron impresionados por la fuerza de Alex y comenzaron a llamarlo —"SuperAlex" . Desde ese día, decidió usar su súper fuerza para ayudar a todos en su ciudad. Alex sabía que necesitaba un traje especial para convertirse en SuperAlex.
Así que junto conmigo diseñamos uno: azul con detalles rojos e informales, como él prefería. ¡Se veía increíble! Con su nuevo traje puesto, SuperAlex volaba por toda la ciudad resolviendo problemas y protegiendo a los habitantes.
Desde rescatar gatos atrapados en árboles hasta apagar incendios en edificios altos, no había nada que SuperAlex no pudiera hacer. Pero hubo un día en el que algo inesperado sucedió.
Mientras intentaba detener un camión descontrolado, SuperAlex usó demasiada fuerza y terminó jorobado debido al impacto del camión contra él. Al principio, Alex se sintió triste y avergonzado por su nueva apariencia. Pero poco a poco, se dio cuenta de que su joroba no lo hacía menos especial ni menos valiente.
Aprendió que la verdadera fuerza radicaba en el interior, en su corazón bondadoso y en su deseo de ayudar a los demás. SuperAlex continuó protegiendo la ciudad y enfrentando nuevos desafíos con su joroba.
Se convirtió en un ejemplo para todos los niños de la ciudad, enseñándoles que no importa cómo te veas por fuera, lo importante es cómo eres por dentro. Con el tiempo, SuperAlex descubrió una forma de usar su joroba como ventaja.
La convertía en una especie de mochila donde guardaba herramientas útiles para sus misiones: cuerdas, linternas y hasta bocadillos para cuando tenía hambre. La gente comenzó a admirar aún más a SuperAlex por ser ingenioso y encontrar soluciones creativas a través de sus dificultades físicas.
Su joroba se convirtió en algo gracioso y encantador para todos. Y así fue como SuperAlex demostró al mundo que ser diferente no significa ser menos poderoso.
Nos enseñó que todos tenemos habilidades únicas y especiales dentro de nosotros mismos, solo debemos aprender a utilizarlas al máximo. Desde aquel día, cada vez que veo volar a SuperAlex con su traje azul con detalles rojos e informales, me siento orgullosa de tenerlo como novio.
Él me ha enseñado que siempre hay una manera de superar nuestros miedos y obstáculos si tenemos el coraje suficiente para hacerlo.
Y así, juntos, continuamos viviendo aventuras emocionantes y aprendiendo lecciones valiosas de la mano de SuperAlex, el niño grandote con una fuerza enorme y un corazón aún más grande.
FIN.