El poder del equipo



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, un grupo de jóvenes que se interesaban por la política. Ellos se reunían cada semana para hablar sobre los problemas del pueblo y cómo podrían solucionarlos.

Un día, llegó la noticia de que habría elecciones próximamente y todos los partidos políticos estaban buscando a sus candidatos. Los muchachos decidieron formar su propio partido político y presentarse como candidatos para las elecciones.

El problema surgió cuando tuvieron que elegir quién sería el candidato a alcalde y quiénes irían en las listas para concejales. Todos querían ocupar los puestos más importantes y nadie quería ceder su lugar.

"Yo debería ser el candidato a alcalde porque tengo más experiencia en liderazgo", dijo Pedro. "Pero yo soy el mejor orador, así que debería ser yo", respondió Juan. Los demás muchachos también tenían argumentos para justificar por qué debían ocupar los cargos más importantes en la lista electoral.

La discusión se hizo cada vez más acalorada hasta que finalmente decidieron hacer una votación secreta para elegir a sus candidatos. Después de contar los votos, descubrieron que habían empatado entre Pedro y Juan como posibles alcaldes.

Los demás muchachos también estaban igualados en cuanto a los lugares en las listas electorales. La situación era difícil porque no podían llegar a un acuerdo.

Pero entonces, alguien sugirió algo diferente:"¿Qué tal si hacemos algo inusual? En lugar de pelear por los cargos, trabajemos juntos como equipo". Todos pensaron en la idea y les gustó. Así que decidieron hacer una lista conjunta donde todos estuvieran representados y no hubiera peleas por los cargos.

La campaña fue un éxito porque trabajaron juntos como equipo, cada uno aportando sus habilidades y conocimientos al proyecto. La gente del pueblo se sintió identificada con ellos porque veían que no había peleas internas ni luchas de poder.

Finalmente, ganaron las elecciones y lograron llevar adelante muchos proyectos importantes para el desarrollo del pueblo. Aprendieron que trabajar en equipo es más importante que ocupar los puestos más altos. Y esa lección quedó grabada para siempre en sus corazones.

Desde entonces, Villa Esperanza se convirtió en un lugar próspero donde todos trabajaban juntos por su comunidad. Y los muchachos de la política comprendieron que unidos pueden lograr grandes cosas para el bien común.

FIN.

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