El poder no lo es todo

Goku y Gohan eran dos amigos inseparables. Siempre estaban juntos, ya sea jugando videojuegos o practicando deportes. Un día, decidieron ir a la playa para disfrutar del sol y el mar.

Mientras estaban jugando en la arena, de repente cayó algo del cielo. Era una poción verde que había caído desde algún lugar desconocido. Goku se acercó a ella con curiosidad y decidió probarla. De repente, sintió una fuerza increíble dentro de él.

Podía correr más rápido, saltar más alto y tenía una gran fuerza física. Su amigo Gohan también probó la poción y adquirió los mismos superpoderes. Pero pronto descubrieron que estos poderes venían con grandes responsabilidades.

Decidieron usar sus habilidades para hacer el bien en su comunidad ayudando a las personas necesitadas. Sin embargo, un día todo cambió cuando Gohan comenzó a sentirse superior debido a sus poderes.

Empezó a utilizarlos para intimidar a otros niños y robar cosas sin motivo alguno. Goku intentaba hablar con él pero Gohan estaba demasiado obsesionado con su nuevo poder como para escucharlo.

"¿Por qué tienes que ser así? ¿No te das cuenta de lo malo que estás haciendo?" preguntaba Goku preocupado por su amigo"No me importa lo que pienses tú o cualquier otra persona" respondía Gohan fríamenteGoku se dio cuenta de que tenía que actuar rápidamente antes de que fuera demasiado tarde para salvar a su amigo y detenerlo antes de causar daño irreversible.

Con mucho valor e inteligencia logró enfrentarlo. Después de una gran batalla, Goku logró hacer que Gohan entendiera que el poder no lo es todo y que debía usarlo para ayudar a los demás en lugar de lastimarlos.

Gohan comprendió su error y se disculpó por su comportamiento.

Desde ese día, ambos amigos decidieron trabajar juntos para proteger a la gente de su ciudad y asegurarse de que nunca volverían a caer en la tentación del poder sin responsabilidad. La historia nos enseña que tener poderes es algo increíble pero también puede ser peligroso si no se utiliza correctamente. Debemos aprender a ser responsables con nuestros dones y utilizarlos para hacer el bien en nuestra comunidad.