El pollito aventurero



Había una vez una pequeña niña llamada Sofía, quien vivía junto a su madre en un pequeño pueblo rodeado de montañas.

A pesar de tener pocos recursos, la mamá de Sofía siempre se esforzaba por darle lo mejor a su hija y enseñarle valores importantes como la honestidad, el respeto y la generosidad. Un día, mientras caminaban por el bosque cercano a su casa, Sofía encontró un pequeño pollito herido.

La niña no dudó en llevarlo a casa para cuidarlo junto con su madre. Juntas le curaron las heridas y lo alimentaron hasta que estuvo completamente sano. A partir de ese momento, el pollito se convirtió en el compañero inseparable de Sofía.

Lo llevaba consigo a todas partes y juntos vivían aventuras emocionantes en el bosque. Sin embargo, un día mientras jugaban cerca del río, el pollito cayó al agua y empezó a ser arrastrado por la corriente.

Sofía se desesperó al verlo alejarse y empezó a llorar sin cesar. Su madre intentó calmarla diciéndole que todo estaría bien pero la niña no dejaba de llorar.

De repente escucharon unos gritos provenientes del otro lado del río: era un grupo de niños que habían encontrado al pollito varado en una piedra. Sofía corrió hacia ellos para recuperar a su amigo emplumado quien estaba asustado pero ileso gracias al cuidado que recibió antes por parte de Sofía y su mamá.

Luego del incidente, ambas comprendieron que aunque los momentos difíciles pueden ser desalentadores, siempre hay una solución si mantenemos la calma y buscamos ayuda.

Sofía aprendió a valorar aún más el cuidado que su madre le brindaba y se dio cuenta de que juntas podían superar cualquier obstáculo. Desde ese día en adelante, Sofía continuó explorando junto a su pollito y su madre, sabiendo que siempre tendría el apoyo necesario para enfrentar cualquier situación difícil que pudiera presentarse.

Y así termina esta historia infantil inspiradora y educacional sobre la importancia del amor, el cuidado y la perseverancia.

FIN.

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