El pollito aventurero
En una granja en el campo vivía un pequeño pollito llamado Pío. Pío era un pollito muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras exploraba el campo, se encontró con un sapo sabio que le dijo: "Pío, ¿sabías que puedes respirar no solo con tu pico, sino también con tu estómago?" El pollito, emocionado por esta nueva información, decidió probarlo. Se acostó boca arriba y trató de respirar usando su estómago.
Al principio le costó un poco, pero después de algunos intentos logró hacerlo. Pío se sintió muy orgulloso de su logro y decidió compartirlo con sus amigos del corral. "¡Amigos, he descubierto algo increíble!" les dijo emocionado. "¿Qué pasó, Pío?" preguntaron las gallinas.
"¡Puedo respirar con mi estómago!" Los demás animales se sorprendieron al escuchar esto y le pidieron a Pío que les enseñara cómo lo hacía. Así que Pío les demostró a todos cómo podían aprender a respirar con su estómago.
Los animales practicaron juntos y pronto todos lograron hacerlo. Esta nueva habilidad les resultó muy útil cuando se encontraron con situaciones que requerían mayor control de la respiración, como escapar de un zorro o cruzar un arroyo.
Pío se convirtió en el héroe del corral y todos lo admiraban. A partir de ese día, Pío y sus amigos vivieron muchas aventuras emocionantes, siempre recordando la importancia de probar cosas nuevas y compartir lo que aprendían.
Juntos descubrieron que, con un poco de esfuerzo y curiosidad, podían superar cualquier desafío que se les presentara.
FIN.