El pollito que aprendió a volar diferente



Había una vez un pequeño pollito que acababa de salir del huevo. Era un pollito muy curioso y lleno de energía, pero también era muy solitario ya que no tenía a nadie con quien jugar.

Un día, mientras exploraba su nuevo hogar, se topó con una familia de patos. Al principio, el pollito estaba asustado y se escondió detrás de unas hojas. Pero entonces escuchó la voz amable de la mamá pata.

"Hola pequeño pollito, ¿cómo estás?"- le preguntó la mamá pata. El pollito respondió tímidamente: "Estoy bien gracias, solo estoy un poco aburrido"-. La mamá pata sonrió y le dijo: "¿Por qué no vienes a jugar con mis patitos? Seguro que te divertirás mucho.

"-El pollito estaba emocionado por tener nuevos amigos y aceptó encantado la invitación. Los patitos eran muy juguetones y el pollito disfrutaba corriendo detrás de ellos por el río.

Pero pronto descubrieron algo sorprendente: el pequeño pollito sabía nadar mejor que ellos ¡y les enseñó algunos trucos! Después del juego, los patitos invitaron al pollito a cenar en su nido. La comida consistía en insectos y gusanos recién atrapados en el río.

El pollito nunca había comido nada así antes ¡pero para su sorpresa lo encontró delicioso! Durante los siguientes días, el pequeño pollito pasó todo su tiempo jugando con los patitos e incluso aprendiendo algunas habilidades nuevas como volar o buscar comida en lugares escondidos.

Pero un día, el pollito notó que algo estaba mal. Los patitos comenzaron a volar cada vez más alto y lejos, y él no podía seguirles el ritmo. Se sintió triste y solo de nuevo.

"¿Qué pasa?"- preguntó la mamá pata al ver a su pequeño amigo triste. "No puedo seguirlos cuando vuelan tan alto"- respondió el pollito con lágrimas en los ojos.

La mamá pata lo abrazó cariñosamente y le dijo: "No te preocupes pequeño amigo, todos tenemos habilidades diferentes. Tú eres muy bueno en nadar y buscar comida ¡y eso es algo muy valioso! Además, siempre serás bienvenido aquí con nosotros. "-El pollito se sintió reconfortado por las palabras de la mamá pata.

Aprendió que no importa cuán diferentes sean las habilidades de cada uno, todos pueden ser amigos y divertirse juntos.

A partir de ese día, el pollito se sintió mucho más seguro de sí mismo y disfrutó aún más su tiempo con los patitos. Y aunque era diferente a ellos en muchas cosas, sabía que ser diferente era algo especial que lo hacía único e importante.

Y así fue como el pequeño pollito descubrió la verdadera amistad entre animales diferentes pero iguales en amor y respeto mutuo.

FIN.

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