El pollito valiente


Había una vez en un granja, un pollito muy especial. Era de color morado y tenía unos ojos grandes y brillantes que hacían que resaltara entre sus hermanos.

Sin embargo, a pesar de su belleza, los demás pollitos lo discriminaban por ser diferente. "Mira ese pollito raro", decían algunos mientras se reían de él. "No es como nosotros, no pertenece aquí", decían otros. El pobrecito pollito se sentía triste y solo.

No entendía por qué sus hermanos lo rechazaban así. Él solo quería jugar con ellos y ser parte del grupo. Un día, mientras paseaba por la granja, encontró a un viejo búho sabio que vivía en un árbol cercano.

El búho notó la tristeza del pollito y decidió hablar con él para ayudarlo a entender su situación. "¿Por qué estás tan triste?" preguntó el búho al ver las lágrimas en los ojos del pequeño pollito morado.

"Mis hermanos me discriminan porque soy diferente", respondió el pollito con voz temblorosa. El búho sonrió y le dijo:"Ser diferente no es algo malo, al contrario, es algo especial que te hace único e irrepetible".

El búho contó al pollito historias sobre animales extraordinarios que eran diferentes pero que habían logrado triunfar gracias a su valentía y perseverancia. El pequeño pollito escuchaba atentamente cada palabra del sabio búho y poco a poco empezó a sentirse mejor consigo mismo.

Al día siguiente, cuando volvió al corral donde estaban sus hermanos, decidió hacerles frente. Les dijo que no tenía nada de malo ser diferente y que él era especial gracias a su color morado.

Sus hermanos se quedaron sorprendidos por la seguridad con la que hablaba el pollito y poco a poco empezaron a aceptarlo. A partir de ese día, el pollito morado dejó de sentirse solo y discriminado.

Se había dado cuenta de que ser diferente no era algo malo y que lo más importante era aceptarse uno mismo tal como era. Con el tiempo, los demás animales de la granja empezaron a admirar al pequeño pollito morado por su valentía y coraje al enfrentar a sus hermanos.

Él se había convertido en un ejemplo para todos aquellos que alguna vez habían sido discriminados por ser diferentes. Desde entonces, el pollito morado vivió feliz en la granja, rodeado del amor y respeto de todos los animales.

Y aunque nunca olvidaría las duras palabras de sus hermanos, siempre recordaría las sabias palabras del viejo búho: "Ser diferente es algo especial".

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