El Pollito y la Pizzería Mágica
Era un hermoso día soleado en el acogedor pueblo de Plumitas. Todos los animales estaban emocionados porque la famosa pizzería del lugar, 'La Pizzería de los Sueños', había abierto sus puertas después de un mes de renovaciones. Entre ellos, un pequeño pollito llamado Pío decidió que este era el momento perfecto para visitar el lugar que tanto había oído mencionar.
Cuando Pío llegó a la pizzería, su estómago gruñía de hambre. Miró a su alrededor y vio a sus amigos: la vaca Lucrecia, el cerdito Toto y la oveja Nena.
"¡Chicos! ¡Qué alegría verlos aquí!" - exclamó Pío.
"¡Hola, Pío!" - respondió Lucrecia "Estamos aquí para probar la famosa pizza de queso que todos dicen que es la mejor del mundo."
"¡No puedo esperar para comer!" - agregó Toto, moviendo su cola emocionado.
Los amigos se sentaron juntos en una mesita redonda. Sin embargo, al abrir el menú, se dieron cuenta de que el precio de las pizzas era bastante alto.
"Oh, no. No tengo suficiente dinero para comprar una pizza solo para mí" - dijo Pío, triste.
"No te preocupes, amigo. Podemos compartirla y así todos probamos un poco" - sugirió Nena.
Todos estuvieron de acuerdo, así que pidieron una pizza grande de queso para compartir. Mientras esperaban su pedido, comenzaron a charlar sobre sus sueños.
"Yo quiero ser una gran artista y pintar hermosos paisajes" - soñaba Lucrecia.
"Yo quiero hacer una granja donde todos los animales vivan felices" - dijo Toto con una gran sonrisa.
"Y yo quiero explorar el mundo, conocer otros pueblos y hacer nuevos amigos" - añadió Nena.
El tiempo pasó rápido mientras compartían sus sueños, y cuando la pizza llegó, la mesa se llenó de risas y alegría. Pero algo extraño sucedió. Cuando comenzaron a comer, cada bocado parecía super delicioso y, de repente, la pizza comenzó a brillar.
"¿Vieron eso?" - dijo Pío asustado.
"Creo que sí... ¿qué está pasando?" - preguntó Nena con los ojos bien abiertos.
La pizza brilló aún más y de repente, un pequeño holograma de una hada apareció en medio de la mesa.
"¡Hola, pequeños amigos! Soy la Hada de las Comidas Ricas. Cada vez que comparten un alimento, les concedo un deseo" - explicó el hada con una sonrisa.
"¡Guau! ¡Esto es increíble!" - gritó Toto.
"Pero, ¿cómo funciona?" - preguntó Lucrecia, emocionada pero algo confundida.
"Cada uno de ustedes puede pedir un deseo que tenga que ver con sus sueños" - les explicó el hada.
Los amigos comenzaron a pensar. Pío miró a su alrededor, vio la felicidad en sus amigos y se dio cuenta de algo:
"Deseo que podamos ayudar a que todos los animales de este pueblo sigan sus sueños y estén felices" - pidió Pío.
Lucrecia, Toto y Nena asintieron emocionados. Cada uno hizo su pedido, y de la mano de Pío, deseos que ayudaban a los demás fueron pronunciados.
"Con esos deseos, la magia de la pizzería se multiplicará y así todos tendrán la oportunidad de soñar y lograrlo" - dijo el hada sonriendo.
Y así sucedió. A partir de ese día, la Pizzería de los Sueños no solo llenó las pancitas de todos con su deliciosa comida, sino que también se convirtió en un lugar donde los animales compartían sus sueños, ideas y ayudaban a cumplir los de los demás.
Pío y sus amigos aprendieron que cuando uno se une para ayudar a otros, la felicidad se multiplica y los sueños se hacen más accesibles, creando así un lugar mejor para vivir.
Desde entonces, la pizzería no solo fue famosa por su pizza, sino por ser el lugar donde inician todas las aventuras y sueños de los animales del pueblo.
FIN.