El pollo saludable


Había una vez una niña llamada Julia, de 6 años, y su hermano mayor Carlos, de 18 años.

Un día decidieron ir a almorzar juntos a un restaurante muy famoso que tenía el mejor pollo a la brasa de la ciudad. Cuando llegaron al restaurante, Carlos pidió emocionado su plato favorito: pollo a la brasa con papas fritas. Julia lo miró con ojos brillantes y dijo: "¡Yo también quiero eso!".

Pero Carlos sabía que ese tipo de comida no era tan saludable para la pequeña Julia.

Carlos tomó la mano de Julia y le dijo: "Julia, sé que quieres comer lo mismo que yo, pero debes entender que en tu etapa escolar es muy importante cuidar tu alimentación para crecer fuerte y sana". Julia frunció el ceño sin entender del todo las palabras de su hermano mayor.

"¿A qué te refieres con cuidar mi alimentación? ¿No puedo comer lo mismo que tú?"Carlos sonrió dulcemente y comenzó a explicarle: "Julia, cuando somos niños necesitamos muchos nutrientes para poder aprender cosas nuevas en el colegio.

Si comemos alimentos saludables como frutas, verduras y proteínas como el pollo grillado, nuestro cuerpo se mantiene fuerte y lleno de energía". Julia aún estaba confundida pero interesada en aprender más sobre los nutrientes. Carlos continuó diciendo: "El pollo grillado tiene proteínas que nos ayudan a crecer y fortalecer nuestros músculos.

Además, contiene vitaminas importantes como la vitamina B12, que nos ayuda a tener energía durante todo el día".

Los ojitos de Julia se iluminaron y dijo emocionada: "Entonces, ¿puedo comer pollo a la brasa? ¡Quiero crecer fuerte y tener mucha energía!"Carlos asintió con una sonrisa orgullosa en su rostro. "Claro que sí, Julia. Pero podemos pedir el pollo grillado sin papas fritas y acompañarlo de una ensalada fresca. Así tendrás todos los nutrientes necesarios para crecer saludablemente".

Julia aceptó la propuesta de Carlos y juntos pidieron un delicioso plato de pollo a la brasa con ensalada. Mientras esperaban su comida, Carlos le contó a Julia sobre otros alimentos saludables que podían incluir en su dieta diaria.

Desde ese día, Julia comprendió la importancia de cuidar su alimentación y siempre buscaba opciones saludables para comer. Gracias a las enseñanzas de Carlos, ella se convirtió en una niña llena de energía, feliz y lista para enfrentar cada día en el colegio.

Y así, los hermanos disfrutaron juntos un almuerzo nutritivo y delicioso que les recordaría lo importante que era cuidar su cuerpo desde pequeños. Fin.

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