El Portal de la Tolerancia



Había una vez una mujer llamada Katarzyna que vivía en una pequeña colonia polaca en el año 692 después de Cristo. Era una mujer muy devota y seguía al pie de la letra las enseñanzas de la iglesia católica.

Un día, mientras caminaba por el bosque recolectando bayas, Katarzyna encontró un extraño portal. Sin pensarlo dos veces, decidió atravesarlo, sin saber que eso cambiaría su vida para siempre.

Cuando abrió los ojos, se encontraba en un lugar desconocido y rodeada de gente vestida con ropas extrañas. Al principio no entendió nada, pero poco a poco fue descubriendo que había llegado al futuro.

Katarzyna se dio cuenta rápidamente de que las cosas eran muy diferentes en este nuevo mundo. Las mujeres trabajaban fuera del hogar y tenían igualdad de derechos que los hombres. Además, las personas ya no seguían tan estrictamente las reglas religiosas como ella estaba acostumbrada.

La mujer se sintió perdida y confundida por un tiempo hasta que conoció a Luisa, una joven amable y comprensiva que le ofreció ayuda. Juntas comenzaron a explorar la ciudad y Katarzyna aprendió sobre el amor entre personas del mismo sexo, algo completamente desconocido para ella.

En su camino hacia la adaptación al nuevo mundo también tuvo desafíos laborales: debió aprender nuevas habilidades para conseguir trabajo ya que sus conocimientos anteriores eran insuficientes.

Pero lo más difícil fue dejar atrás sus propias creencias religiosas para entender mejor el mundo actual: "Es difícil aceptar algo diferente cuando uno ha sido criado de una manera tan diferente", pensaba Katarzyna. Sin embargo, Luisa le mostró que la diversidad y la tolerancia son valores importantes en este mundo.

Juntas descubrieron que había muchas maneras diferentes de adorar a Dios, y que todas eran igualmente válidas. Finalmente, Katarzyna se adaptó al nuevo mundo y aprendió a amarlo por lo que era: un lugar lleno de oportunidades, amor y diversidad.

Agradecida por todo lo aprendido, decidió regresar a su tiempo para compartir sus nuevas ideas con su comunidad y ayudarlos a crecer en el futuro. "-Gracias por enseñarme tanto sobre el amor y la tolerancia"- dijo Katarzyna abrazando a Luisa.

"-De nada. Recuerda siempre que es importante ser respetuosos con las creencias de los demás"- contestó Luisa sonriendo. Katarzyna asintió con la cabeza sabiendo que nunca olvidaría las lecciones aprendidas durante su aventura en el futuro.

FIN.

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