El Portal de las Hadas


Había una vez en la Biblioteca Municipal de Villa Esperanza, un lugar mágico donde los libros cobraban vida y las tardes se llenaban de sorpresas.

En esa tarde lluviosa, Martina, una niña curiosa y amante de la lectura, decidió refugiarse del mal tiempo entre las estanterías repletas de historias por descubrir. Mientras hojeaba un libro sobre aventuras en el espacio exterior, Martina escuchó un suave murmullo que provenía de una esquina poco iluminada de la biblioteca.

Con paso sigiloso se acercó y descubí algo increíble: ¡una puerta secreta detrás de un viejo biombo! Sin dudarlo, giró el pomo y cruzó al otro lado con valentía.

-¡Hola! -saludó Martina al entrar en una sala llena de colores brillantes y criaturas fantásticas. -¡Bienvenida! Soy Lila, la guardiana de este rincón especial -respondió una hada luminosa que revoloteaba alegremente. Maravillada por lo que veía, Martina exploró cada rincón junto a Lila.

Descubrió mundos encantados dentro de los libros, conoció a personajes entrañables y vivió emocionantes aventuras sin moverse del lugar. Entre risas y cuentos compartidos, el tiempo parecía detenerse en aquel recinto mágico donde todo era posible.

Pero la tranquilidad se vio interrumpida cuando un estruendo resonó en toda la biblioteca. Un dragón gigante había escapado de las páginas de un libro antiguo y sembraba el caos por doquier. -¡Debemos detenerlo antes de que cause más destrozos! -exclamó Lila con determinación.

Martina asintió con decisión y juntas idearon un plan para devolver al temible dragón a su historia original. Con astucia e ingenio lograron convencer al monstruo para que regresara pacíficamente a su mundo ficticio.

Al finalizar la misión con éxito, Martina abrazó a Lila agradecida por su valentía y amistad incondicional. Antes de despedirse, la hada le entregó un pequeño libro dorado como obsequio. -Cada vez que necesites un poco de magia en tu vida, solo abre estas páginas -susurró Lila con cariño.

Martina regresó a casa bajo la lluvia con el corazón rebosante de felicidad y nuevas experiencias.

Aquella tarde lluviosa en la biblioteca se convirtió en una aventura inolvidable llena de enseñanzas sobre valorar la imaginación, enfrentar los desafíos con coraje y apreciar el poder transformador de los libros.

Dirección del Cuentito copiada!