El portal de los sueños
Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, dos primas llamadas Pilar y Catalina.
Pilar tenía 5 años y era una niña muy curiosa y aventurera, mientras que Catalina, de 8 años, siempre estaba dispuesta a acompañarla en todas sus travesuras. Un día soleado, Pilar se despertó emocionada porque su prima mayor iba a pasar el día con ella. Estaban ansiosas por divertirse juntas y explorar nuevos lugares.
Al poco tiempo de llegar Catalina, las dos niñas notaron algo extraño: había aparecido un misterioso portal en el jardín trasero de la casa. Sin pensarlo dos veces, Pilar tomó la mano de Catalina y las dos saltaron dentro del portal sin saber a dónde las llevaría.
Para su sorpresa, al otro lado se encontraron en un mundo mágico lleno de unicornios y arcoíris resplandecientes. Los ojos de Pilar brillaban de emoción mientras veía cómo los unicornios corrían libres por prados coloridos.
Las dos primas se adentraron en aquel maravilloso lugar sin perderse ningún detalle. Caminando entre flores gigantes y árboles cantarines, llegaron a un hermoso lago donde los unicornios jugaban despreocupadamente. - ¡Mira esos unicornios! Son tan hermosos - exclamó Pilar emocionada.
- Sí, lo son. Este lugar es simplemente increíble - respondió Catalina con asombro. De repente, una bella bailarina vestida con colores brillantes apareció frente a ellas.
La bailarina les explicó que aquel mundo mágico había sido creado por la imaginación y los sueños de los niños. Les dijo que cada vez que un niño soñaba con unicornios y arcoíris, este lugar se materializaba.
- Ustedes dos han llegado aquí porque tienen corazones llenos de alegría y amor por las maravillas del mundo - les dijo la bailarina sonriendo. Las primas, emocionadas, le preguntaron cómo podían volver a su hogar.
La bailarina les explicó que solo necesitaban cerrar sus ojos y desear regresar a casa con todas sus fuerzas. Las niñas hicieron lo que les indicaron y en un abrir y cerrar de ojos, se encontraron nuevamente en el jardín trasero de su casa.
Pilar y Catalina se miraron sorprendidas pero felices por haber vivido una aventura tan increíble. Aprendieron que la imaginación es poderosa y puede llevarnos a lugares maravillosos dentro de nuestros propios sueños. A partir de ese día, Pilar y Catalina siempre recordaron aquel mundo mágico lleno de unicornios y arcoíris.
Cada noche antes de dormir, cerraban los ojos e imaginaban estar allí, rodeadas de belleza y magia. Y así fue como estas dos primas descubrieron el poder del amor, la amistad y la imaginación para crear momentos inolvidables en sus vidas.
Juntas aprendieron a valorar lo hermoso que hay en el mundo real mientras disfrutaban también del encanto del mundo mágico al otro lado del portal.
FIN.