El Pozo de los Deseos y la Aventura de Alexa



Había una vez un pequeño pueblo llamado Esperanza, donde todos los habitantes creían en un antiguo pozo que cumplía deseos. Este pozo, rodeado de flores de colores y árboles frondosos, se encontraba en el centro de la plaza. La leyenda decía que quien arrojará una moneda en el pozo podría pedir un deseo, pero debía ser un deseo puro y sincero.

Un día, una niña llamada Alexa se acercó al pozo con su amiga Sofía. Ambas soñaban con aventuras emocionantes.

"¿Qué te gustaría pedirle al pozo, Alexa?" - preguntó Sofía, mientras revolvía las piedras del fondo con un palo.

"Quiero tener una aventura inolvidable con mis amigos", - respondió Alexa emocionada.

Sin pensarlo, tomó una moneda del bolsillo y la arrojó al agua murmurando su deseo. El agua brilló intensamente y, de repente, una chispa mágica apareció.

De entre el agua del pozo surgió un pequeño ser, parecía un hada, con alas brillantes y una voz melodiosa.

"¡Hola, pequeñas soñadoras! Soy Lulu, el hada del Pozo de los Deseos. He escuchado su deseo y estoy aquí para ayudarles a vivir una aventura única. ¿Están listas?" - dijo el hada, haciendo un giro en el aire.

"¡Sí!" - gritaron ambas al unísono, con una mezcla de emoción y nervios.

"Perfecto. Para empezar, deben ir al Bosque del Misterio, donde encontrarán una puerta mágica. Cada desafío que enfrenten les acercará a su aventura soñada. ¿Están de acuerdo?" - explicó Lulu.

Sofía y Alexa asintieron con entusiasmo. Así, partieron hacia el famoso bosque, donde los árboles eran tan altos que parecían tocar el cielo. Al llegar, encontraron una puerta antigua, cubierta de enredaderas.

"¿Y ahora qué hacemos?" - preguntó Sofía, mirando a su amiga.

"Debemos tocar la puerta como dice la historia" - respondió Alexa, llena de determinación.

Ambas tocaron y, al instante, la puerta se abrió, revelando un mundo lleno de colores, canciones y criaturas mágicas. Pero no todo fue fácil. Frente a ellas, apareció un dragón pequeño que parecía estar muy enfadado.

"¡Atrás, chicas! Este es mi territorio y no pueden pasar sin resolver un acertijo" - dijo el dragón, con una voz profunda.

"Estamos listas para el desafío" - afirmó Alexa, temblando de emoción y miedo a la vez.

El dragón sonrió, "Muy bien, escuchen: ¿qué es lo que siempre se rompe al decir su nombre?".

Alexa y Sofía miraron a su alrededor, pensando con rapidez.

"¡El silencio!" - exclamó Alexa, recordando lo que habían aprendido en la escuela.

"¡Correcto!" - dijo el dragón, impresionado. - “Pueden pasar, pero les advierto que habrá más desafíos por delante".

Continuaron su camino y, una vez más, se encontraron con un nuevo reto. Esta vez, frente a ellas se erguía un río que parecía imposible de cruzar.

"¿Cómo haremos para cruzar esto?" - preguntó Sofía, mirando el rugido del agua.

"Podemos construir un puente con las piedras del costado" - sugirió Alexa, poniendo toda su inteligencia en acción.

Trabajaron juntas, apilando las piedras y creando un camino seguro hasta el otro lado. Cuando finalmente cruzaron, sintieron una gran satisfacción.

"Lo logramos" - gritó Sofía, mientras abrazaba a su amiga.

Después de varios desafíos, al fin llegaron a un recodo mágico del bosque donde un arcoíris brillaba intensamente. Allí, encontraron a Lulu.

"Felicitaciones, han demostrado valentía y amistad. Ahora pueden pedir un último deseo, pero piensen bien en él", - sugirió el hada.

Ambas se miraron y, en ese instante, comprendieron que su verdadero deseo no era solo vivir aventuras, sino disfrutar de la compañía de sus amigas y crear recuerdos juntas.

"¡Deseamos tener una amistad para siempre!" - dijeron al unísono, con sonrisas en sus rostros.

Lulu sonrió, "El deseo ha sido concedido. La verdadera aventura está en cada uno de los momentos que compartan juntas".

Y así, con el corazón lleno de alegría, regresaron al pueblo, sabiendo que la mejor aventura de todas era la amistad que las unía. Desde aquel día, el pozo de los deseos continuó cumpliendo anhelos, aunque el de Alexa y Sofía fue el más especial de todos: el deseo de una amistad que duraría para toda la vida.

FIN.

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