El prado mágico del unicornio Arcoíris



Había una vez un unicornio llamado Arcoíris que vivía en un hermoso castillo en medio de un prado encantado. Arcoíris era diferente a los demás unicornios, ya que su pelaje brillaba con todos los colores del arcoíris.

Un día, mientras paseaba por el prado, Arcoíris encontró a un grupo de animales tristes y desanimados. Al acercarse, se dio cuenta de que estaban discutiendo sobre quién era el más importante entre ellos.

El conejito decía: "¡Yo soy el más importante porque puedo saltar muy alto!". El pajarito respondió: "¡Pero yo puedo volar y ver todo desde las alturas!". La tortuguita dijo tímidamente: "Bueno, pero yo tengo mi caparazón para protegerme".

Arcoíris se acercó y les dijo amablemente: "No deberían pelear por ser el más importante. Cada uno de ustedes tiene habilidades únicas e importantes". Los animales se quedaron sorprendidos al ver al unicornio tan colorido hablando con ellos.

El conejito preguntó curioso: "¿Y tú qué puedes hacer, Arcoíris?". Arcoíris sonrió y respondió: "Yo puedo traer alegría y felicidad a todos aquellos que me rodean. Mi magia es hacer brillar la vida con mis colores". Los animales se miraron entre sí y luego sonrieron.

Comprendieron lo valioso que era cada uno de ellos y cómo podían complementarse unos a otros. Desde ese día, Arcoíris decidió ayudar a todos los animales del prado.

El conejito le pedía que lo acompañara en sus saltos, el pajarito le pedía que lo guiara desde las alturas y la tortuguita le pedía protección con su caparazón. Juntos, recorrieron el prado llevando alegría y felicidad a todos los rincones.

Los animales aprendieron a valorarse mutuamente y a trabajar en equipo. Un día, mientras Arcoíris volaba junto al pajarito, vieron a una pequeña mariposa atrapada en una telaraña. Rápidamente, Arcoíris usó su cuerno mágico para liberarla.

La mariposa estaba muy agradecida y les dijo: "Ustedes son verdaderos héroes. Su amistad y colaboración han hecho de este prado un lugar mejor". Arcoíris sonrió y contestó: "Todos somos importantes cuando nos apoyamos unos a otros".

Desde ese momento, el prado encantado se llenó de risas, juegos y armonía gracias al unicornio Arcoíris y sus amigos animales. Y así fue como Arcoíris demostró que no importa cómo seas por fuera o qué habilidades tengas, lo importante es ser amable, respetuoso y ayudar a los demás.

Porque juntos podemos hacer del mundo un lugar más hermoso donde todos se sientan valiosos e importantes.

FIN.

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