El premio de la persona trabajadora



Había una vez en un pequeño pueblo a las afueras de Buenos Aires, una persona llamada Lucía, que trabajaba muy duro todos los días en la fábrica de zapatos del pueblo.

A pesar de los largos días de trabajo, Lucía siempre mantenía una sonrisa en el rostro y ayudaba a sus compañeros en todo lo que podía. Un día, el alcalde del pueblo anunció que se iba a otorgar un premio a la persona más trabajadora y bondadosa del lugar.

Todos en el pueblo sabían que ese premio le correspondía a Lucía, quien había dedicado su vida a ayudar a los demás.

- ¡Lucía, Lucía, debes presentarte al concurso del premio! ¡Eres la persona más trabajadora y amable que conocemos! -le dijo su mejor amiga Rosa. Al principio, Lucía dudaba en presentarse, ya que nunca le habían gustado las luces de la fama, pero finalmente decidió participar por el apoyo de todos en el pueblo.

El día del concurso, Lucía se paró frente al alcalde y contó todas las cosas maravillosas que había hecho para ayudar a los demás en el pueblo. Todos los presentes la escuchaban con atención y admiración.

Finalmente, el alcalde anunció que la ganadora del premio a la persona más trabajadora y bondadosa era... Lucía. El pueblo estalló en aplausos y vítores, mientras Lucía se sentía abrumada por la emoción.

El premio incluía una beca de estudio para que Lucía pudiera seguir formándose y ayudar a su comunidad de nuevas maneras. Desde ese día, Lucía siguió siendo un ejemplo para todos en el pueblo y su historia se convirtió en inspiración para futuras generaciones.

FIN.

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