El primer cuadrado y el círculo naranjo

En un mundo de círculos blancos, todo era perfectamente redondo, hasta que un día apareció el primer cuadrado. Los demás círculos lo miraban con extrañeza y murmuraban entre ellos.

- ¿Qué es eso? Nunca habíamos visto algo así, parece enfermo - decían preocupados. El cuadrado, llamado Cua, se sentía triste y solitario, pero decidió demostrarles que él era único y especial.

Con esfuerzo y valentía, Cua demostró que su forma no definía su valor, y poco a poco los demás círculos comenzaron a aceptarlo. - No importa si somos diferentes, todos merecemos ser respetados - decía Cua, enseñando a los demás una lección importante.

Con el tiempo, empezaron a nacer más cuadrados en el mundo de los círculos, y todos vivían en armonía, celebrando la diversidad. Años más tarde, en una hermosa mañana, nació un círculo naranjo llamado Nara.

Al principio, Nara sintió que no encajaba, pero recordó la lección de Cua y decidió mostrar su alegría y calidez a través de su color vibrante. Los demás círculos quedaron maravillados con la energía positiva de Nara, y comprendieron que la verdadera belleza está en la diversidad.

Desde ese día, los círculos blancos, cuadrados y el círculo naranjo vivieron juntos en paz y armonía, celebrando sus diferencias y aprendiendo unos de otros.